Aún no ha debutado en Playoffs y el papel para el que se le firmó, el ‘anti-Hibbert’, está puesto en entredicho por el propio pívot de los Pacers pese a su resurgimiento en el segundo partido ante los Washington Wizards. Greg Oden, que volvió a jugar este año tras estar cuatro sin hacerlo, se muestra tranquilo en una entrevista concedida a Grantland, teniendo claro que no se arrepiente del paso que dio en verano.
«Sé que soy uno de los fiascos más grandes de la historia de la NBA y sé que sólo va a empeorar como Kevin Durant siga haciendo grandes cosas… Es frustrante que mi cuerpo no pueda hacer lo que mi mente quiere que haga a veces. Pero preocuparse o quejarse de que no va a arreglar nada… Ojalá las circunstancias me dejaran jugar más, pero ciertamente no me arrepiento de volver, y no me arrepiento de firmar con los Heat», expresa sin titubeos.
Sobre el hecho de no contar con demasiados minutos, el pívot entiende que sólo con poder ayudar en momentos puntuales ya es para estar satisfecho. «He estado en rehabilitación cuatro años. Ni siquiera era un jugador de baloncesto – sólo un tipo al que le pagó para hacer ejercicio. Pasé cuatro años tratando de volver a una cancha de la NBA. Ahora que lo he hecho, no es justo que me queje de los minutos. Sabía cuando vine aquí que no iba a ser el jugador que alguna vez fui. Sólo quería recuperar la salud y ayudar de cualquier forma«, señala.