Para bien o para mal, no hay ningún propietario en la NBA que viva los partidos de su equipo como Mark Cuban. El dueño de los Mavericks es una presencia visible en las primeras filas de la mayoría de partidos de su equipo, y nunca ha tenido problemas para expresar sus opiniones con decisiones en contra de su equipo. Los árbitros, blancos habituales de las críticas de Cuban, han tenido suficiente tras 17 años.
Las quejas de los árbitros
Lee Seham, consejero legal de la asociación de árbitros de la NBA (NBRA), llevó ante la liga una lista de quejas de contra el comportamiento de Cuban durante un año, obtenida por The Vertical. En una carta enviada a Byron Spruell, presidente de operaciones de la NBA, Seham asegura que «consideramos la amenaza a la integridad del baloncesto NBA presentada por la conducta del señor Cuban es real y creciente».
Tras rechazar la NBA estas acusaciones, Seham respondió que «ningún otro propietario se ha comunicado con nuestros miembros con tal fuerza que ejerce control sobre sus carreras. Ha comunicado que jugó un rol fundamental en el despido de Kevin Fehr, un árbitro que cumplía los estándares de la liga. Ha comunicado a un miembro del NBRA, durante negociaciones de contrato, que los árbitros seguirían siendo a voluntad. Le ha dicho a un árbitro, durante un partido, que seguía sus informes arbitrales».
Respuesta contundente
Con estas conversaciones saliendo convenientemente a la luz, Mark Cuban respondió por su parte sin salirse del personaje. «Sugerir que tengo influencia es sugerir que los árbitros NBA pueden ser influenciados», afirmó a The Vertical. «Si un árbitro puede ser influenciado por la presión de alguien, no deberían estar en la NBA».
Sobre su papel a la hora de influir sobre contrataciones y despidos, Cuban también afirmó que «años atrás envié una lista de árbitros que nunca habían estado en Playoffs durante más de una década. Pregunté porque no traíamos mejores árbitros que aquellos incapaces de entrar en la mitad buena de la plantilla. También pregunté si ser un árbitro NBA era un trabajo de por vida y en qué punto tenemos que reconocer que hay alguien más fuera que puede hacer un mejor trabajo».
En definitiva, una batalla dialéctica que complicará especialmente la vida tanto a los árbitros que dirijan partidos de los Mavericks, examinados con lupa tras estas revelaciones, como a los jugadores afectados de Dallas y de otros equipos. Especialmente, si Mark Cuban está presente en el pabellón.