Que Harrison Barnes iba a necesitar dar un paso adelante tras abandonar los Golden State Warriors y firmar por Dallas Mavericks a razón de cuatro años y cerca de 25 millones de dólares anuales era algo conocido. El mejor registro de puntos del alero en Golden State la pasada temporada fue de 21 puntos. En esta, tras apenas siete partidos, Barnes ya ha conseguido superar los 30 puntos en tres encuentros, demostrando que sí puede ser la principal referencia ofensiva de unos Mavericks que no están encontrando el juego que esperaban en este comienzo de liga y que van 2-5.
Barnes volverá a jugar en el Oracle Arena este miércoles, como su actual compañero en Mavericks y antiguo miembro de Golden State, Andrew Bogut. El alero ha reconocido que, casi con toda probabilidad se hubiera mantenido en la disciplina de los Warriors si Curry y compañía no hubieran acabado perdiendo unas finales que parecían tener amarradas con 3-1 de ventaja frente a Cleveland.
Los 22 puntos y seis rebotes que está promediando Barnes en este comienzo de liga justifican el desembolso que hicieron los Mavericks por él este verano, más todavía si se tiene en cuenta que es un jugador que todavía puede crecer exponencialmente y mejorar sus aptitudes.