El posible lockout, el cierre patronal y por tanto la suspensión de toda actividad en la NBA, cada vez tiene mas visos de convertirse en una realidad. Esta semana la Asociación de Jugadores, la NBPA, considera que sólo un reducido número de equipos de la NBA está perdiendo dinero y continúan sin estar dispuestos a poner un tope salarial más estricto como desea así la propia competición. En la actualidad, liga y Asociación de Jugadores se encuentran en negociaciones para tratar el conflicto que los une, la media de salarios de los jugadores.
El director ejecutivo de la NBPA, Billy Hunter, reiteró la postura de su sindicato y en una entrevista para la cadena ESPN, admitió que «nuestra creencia es que sólo un pequeño número de equipos están sufriendo pérdidas, por lo que su situación se podría solucionar a través de participaciones».
En cambio, la NBA con David Stern al frente, firme en su postura, continúa admitiendo los más de 300 millones de dólares que la mitad de las franquicias pierden anualmente, por lo que exigen cambios radicales de cara a los nuevos convenios salariales que expiran el próximo 30 de junio. Además, la liga se apoya en que desde el 2005 los salarios medios de los jugadores no han hecho más que aumentar y que solamente en este 2010 se han reducido en 120 millones por primera vez en una década.
Hunter explica que el punto clave en la negociación para los jugadores es empujar a la NBA a una serie de límites salariales estrictos, y no como en la actualidad que existe la etiqueta de jugador franquicia. El Director Ejecutivo añade que el límite estricto que desea implantar la NBA pondría fin a los contratos de garantía que para él son «el alma» del baloncesto profesional. «Hemos tenido ese derecho desde hace años y no es algo que queramos pasar por alto», añadió Hunter.
En el pasado All-Star Game de Los Angeles, el comisionado Stern dijo que los jugadores y la liga tenían que llegar a un acuerdo «sobre los números». La NBA reconoció a los medios estadounidenses que les pasó a los propios jugadores y a los principales sindicatos informes con los datos económicos de las franquicias.
«La NBA ha compartido con el sindicato de jugadores informes financieros de los 30 equipos que revelan por qué el Sr. Hunter está a favor del acuerdo que expira y por qué no funciona para nosotros», dijo el portavoz Tim Frank.
La NBPA sostiene que la realidad es más compleja de lo que se expresa en esos documentos. Hunter cuestionó algunos de los procedimientos contables en los que constituye las pérdidas de explotación, y señaló que, en muchos mercados, los dueños de los equipos también pueden obtener ingresos por ser dueños de las televisiones locales y no presentan estos datos en las cuentas.
Por su parte, el Sindicato de Jugadores sostiene que una reducción de los salarios negociados demuestra que la CBA está dispuesta a reducir los gastos a largo plazo. También dice que se han ofrecido a reducir su ingreso mínimo garantizado del 57% y que permite a los propietarios mantener un mayor porcentaje de los ingresos.
Billy Hunter y la NBPA expresan que los costos como el combustible, la seguridad, los entrenadores, el personal de oficina y de comercialización, y para algunos propietarios los altos costes de compra, se lo reste al beneficio del propietario y no a los salarios. «Así que aquí estamos, en esta etapa, al final de nuestro acuerdo actual y por el momento no sacamos nado claro», expresó Hunter.
Resumiendo: El Sindicato de Jugadores y Billy Hunter acusan a la NBA de «engordar» las pérdidas de las franquicias para así poder reducir los salarios de cara a los próximos años. Por su parte, la NBA y el Comisionado NBA, aseguran que los salarios de los jugadores en los últimos años no han hecho más que aumentar y que a día de doy y con la coyuntura económica estadounidense y mundial, más de la mitad de las franquicias NBA no pueden hacer frente a los gastos y tienen pérdidas considerables.