La temporada de Milwaukee Bucks ha sido decepcionante, eso es innegable. Sin embargo, no es momento de volverse locos ni de pensar que este proyecto ha fallado, porque lo cierto es que hay datos de sobra que apuntan a que el equipo de Wisconsin lo tiene todo para triunfar en venideras campañas.
Dejando de lado los triples-dobles de Giannis Antetokounmpo, algo que ha sido una constante durante toda la 2015-16, lo que más llama la atención, por la repercusión que puede tener a partir del próximo año, es como Jabari Parker se ha destapado como una constante amenaza ofensiva.
Tras perderse la mayoría de su año de rookie por lesión, el alero de los Bucks iniciaba el curso con la intención de recuperar el ritmo competitivo, algo que hasta pasado el all star no ha terminado de fraguar.
Para hacernos una idea más clara. Hasta el parón por el partido de las estrellas Parker promediaba 11,3 puntos habiendo alcanzado una sola vez los 20 puntos. Tras el descanso sus números se han disparado hasta los 19,2 puntos, con hasta 10 partidos alcanzando los 20, incluido uno de 36 ante los Rockets.
Ese salto estadístico, que se mide por 7,9 puntos de mejora, supone la mayor progresión de cualquier jugador que haya vestido la camiseta de los Bucks. Así, por detrás quedarían Brad Lohaus, que en la 1992-93 tuvo de una mejora de 7,6 puntos; y Junior Bridgeman, que en la 1987-79 mejoró hasta 7,5 puntos.