Los méritos de James Harden durante la temporada 2016-17, y para cualquier reconocimiento, no paran de crecer.
En la victoria que sus Houston Rockets consiguieron anoche ante Orlando Magic (93-100), el base/escolta del equipo tejano se anotó el décimo encuentro seguido con 10 o más asistencias entregadas. De manera precisa, Harden dio con compañero para terminar en canasta un total de diez ocasiones, a los que añadió 14 puntos y 7 rebotes.
No ofreció sus habituales métricas rebosantes (y estuvo negado para con el triple, 0 de 8), pero volvió a liderar un triunfo de los Rockets, el séptimo consecutivo y octavo en los últimos nueve partidos. Y lo hizo de la mano de la dirección de juego, la lectura de situaciones en ataque y el hallazgo del compañero mejor colocado para lanzar.
Durante lo que ha durado (y todavía sigue vigente) la dinámica asistente de Harden, Houston solo ha caído una vez, ante los Memphis Grizzlies.
A la caza de Spurs
Así, James Harden sigue exponiendo los argumentos de su nuevo arsenal de juego. No solo está provisto de un talento individual desbordado en ataque. Ahora también es capaz de liderar asistiendo y dirigiendo. Y los Rockets, con él, ya se han colocado a solo dos encuentros por debajo (29-7 a 29-9) de los San Antonio Spurs, segundo clasificado del Oeste.