James Harden y sus 33 puntos no dan opción a los 76ers

Los 76ers están de capa caída. La derrota de anoche frente a los Rockets por 125-103 supone que los de Philadelphia acumulen ya cinco partidos consecutivos perdiendo. “Cuando acumulas una derrota detrás de tu nombre como entrenador, nadie pregunta quién jugó en el partido. No hay un asterisco que diga que hubo bajas. Estamos muy diezmados”, relataba un alicaído Doug Collins al terminar el encuentro.

El técnico se refería, principalmente, a dos nombres. El primero era Evan Turner, que se tuvo que retirar lesionado en el tercer cuarto. Y aunque luego volvió durante unos instantes, lo cierto es que el alcance de la lesión aún no está nada claro. En segunda instancia, Collins hablaba de Jrue Holiday, sobre el que dijo que tiene puestas muchas esperanzas ahora, e incluso intentarán que esté de vuelta el viernes ante Atlanta. Buena falta les hace.

El que no tuvo ningún tipo de problemas fue James Harden. Acabó el choque con 33 puntos y 7 asistencias, superando la barrera de los 20 puntos por séptimo partido seguido – e incluso hizo un récord personal de 17-de-18 tiros libres –. “James es un poco la cabeza de lanza en este equipo”, señaló el entrenador Kevin McHale.

Jeremy Lin logró 18 puntos y 6 asistencias, y Omer Asik sumó también 17 puntos y 15 rebotes, para unos Rockets (13-12) que llevaron su registro de triunfos en casa hasta un 9-2 en los últimos 11 encuentros.

En los Sixers destacó Nick Young, con 21 puntos, así como Dorell Wright, que se fue hasta los 20 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. “Simplemente no podíamos parar la situación, y Harden se ha cargado de controlar el partido”, quiso añadir Collins.


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