Los problemas en la pintura de Golden State se suceden. A la conocida baja de Andrew Bogut en la primera ronda de los Playoffs, se ha unido el contratiempo sufrido el pasado jueves por su sustituto, Jermaine O’Neal. El pívot de los Warriors sufrió un fuerte golpe, propinado por Glen Davis, en su rodilla derecha y se tuvo que retirar del partido.
«Para ser honesto, fue una jugada sucia», dijo O’Neal al USA Today al término del encuentro. «Quiero decir, yo no intentaría caer sobre las rodillas de nadie. No fue una lucha por la pelota».
Convencido de jugar el séptimo partido
El veterano pívot alegó que a pesar de los dolores que le produce su torcedura de rodilla, jugará el séptimo partido de la serie ante los Clippers.
«Salvo que Dios volviese con el éxodo, jugaré», ironizó O’Neal, el jueves, sobre su presencia en el último partido de la serie, en Los Angeles. El jugador se someterá a una resonancia magnética este viernes y, a pesar de sus molestias, manifestó que estará en el Game 7 en el Staples Center.