Jet con destino al cielo

  • Mavericks 112 Heat 103
  • Sencillamente espectacular. Dallas y Miami nos regalaron, por fin, un auténtico recital ofensivo en el quinto encuentro de las Finales NBA. Ambas franquicias se liberaron del corsé y las estrecheces de la pizarra durante 48 minutos. El resultado, un partidazo con mayúsculas. Impulsados por la eléctrica pareja de exteriores que forman Jason Terry y J.J. Barea, los Mavericks rozan el anillo con la punta de los dedos. Hace unos días, iniciaban la serie definitva por el título con la vitola de víctima propiciatoria. Anoche lograron la proeza impensable: están a una victoria de reinar el mundo. Con absoluto merecimiento, además. Derrocar al Big Three es una misión sólo al alcance de un verdadero equipo con mayúsculas: los Dallas Mavericks.

    A la conclusión del partido, Erik Spoelstra se marchaba hacia las entrañas del American Airlines Center con la mirada perdida en el horizonte. Probablemente, pensando aquello de «no mandé a los míos a luchar contra los elementos». La madrugada fue especialmente cruel con Miami. Ya desde el primer cuarto, cuando un terrible encontronazo entre Dwayne Wade y Brian Cardinal dejó a Flash en el dique seco con un golpe en la cadera. El escolta de la Universidad de Marquette únicamente pudo disputar 34 minutos. Pese a ello, volvió a liderar el ataque de los Heat con 23 puntos y 8 asistencias. Además, el perímetro de los Mavs (13/19 en triples) no tuvo piedad de Miami. Barea y Terry recuperaron su mejor versión de estos playoffs acribillando a triples la defensa planteada por Spoelstra. El boricua y Jet se combinaron para conseguir 38 puntos con una serie de 7/10 en tiros de tres. El tercer cuarto de J.J. Barea merece mención al margen. De largo, los mejores minutos de la final. Eléctrico, pura dinamita, revolucionó la madrugada a base de tiros imposibles y asistencias de manual. Un microondas en plena ebullición. ¡Jugón!.

    Pese a la explosividad ofensiva de Dallas, Heat aguantó el chaparrón con entereza y llegó con opciones a la recta final de partido. De hecho, un triple de Wade le colocaba cuatro arriba (95-99) a falta de 4:23. El equipo de Rick Carlisle, como ya había ocurrido ante Blazers o Lakers, reaccionó bajo presión. Vaya que si lo hizo. 10-1 de parcial. Cuatro puntos de Dirk Nowitzki y dos triples en estático de Terry y Jason Kidd colocaron al Big Three contra las cuerdas. En el siguiente ataque, a Chris Bosh le tembló el pulso desde la línea de tiros libres… y llegó la sentencia. Con un segundo en el reloj de posesión y ante la defensa de LeBron, Jason Terry se sacó de la chistera un triple de dibujos animados. Jet extendió sus brazos y voló bajo sobre el parket en señal de victoria. James, resignado, bajó la cabeza musitando venganza entre dientes. El rey llegó anoche al triple doble (17 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias), pero fue incapaz de encontrar el camino a la canasta de Dallas en el último cuarto. Querrá cobrarse venganza en el sexto (madrugada del domingo al lunes 2.00h) y -si lo hubiera- séptimo partido.

[notice]Notas: Anoche Miami fue batido por 14 puntos de diferencia mientras LeBron, Wade y Bosh estaban en cancha… James consiguió un triple doble (17 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias) pero sólo consiguió 2 puntos en el último cuarto… Otro desastroso final para Miami: 15-3 en contra en los últimos 3:37… Con formato 2-3-2, de los cinco equipos que han un conseguido un 3-2 en las Finales con la ventaja de campo en contra, cuatro ganaron la serie en el sexto partido (Lakers ’85, Bulls ’93, Bulls ’98 y Heat ’06) y tres perdieron la serie en el séptimo (Pistons ’88, Knicks ’94 y Celtics ’10)… Los 13 triples de Dallas empatan la mejor marca de un partido de las Finales, en solitaria posesión hasta ahora por Boston (sexto partido, 2008)… [/notice]


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