Kemba Walker, todo un All-Star

Sólo podría haber un jugador con más motivos para estar indignado por no haber sido reclamado para el All-Star Game: Damian Lillard. Justo detrás, aparece el point guard de los Charlotte Hornets, Kemba Walker, y su descomunal estado de forma.

Los Hornets perdieron hace menos de un mes y para toda la temporada a Michael Kidd-Gilchrist por un desgarro en el labrum. Al Jefferson ha sido una cordillera de rendimiento también debido a las lesiones; y sin embargo, van sextos en el Este. Si hay un culpable, o cuanto menos un máximo responsable de ello al que señalar, éste es Walker. Y a él, con eso le basta, ya que no necesita ningún reconocimiento más.

«Me da igual», dijo para NBA.com respecto no ser convocado para el partido de las estrellas. «Realmente no me importa. Sé que he estado jugando bien. Sólo quiero continuar a ese nivel y alcanzar los Playoffs. Para mí [el All-Star Game] gira entorno a la notoriedad, a la popularidad. Y yo no soy tan popular como otros chicos. Si conseguimos jugar los Playoffs, el mundo se dará cuenta de lo que hemos estado haciendo en Charlotte.

Sus números personales…

El motivo por el que en Charlotte está funcionando todo tan bien no puede resumirse en una sola frase. Existen múltiples razones. Una de ellas es, quizá, la ausencia de presión. Sin una estrella antológica, los Hornets han podido ir encontrándose a sí mismos sin la presión asfixiante de los focos y las expectativas. A Walker, cada vez más «calificable» de estrella, le acompaña un elenco versátil y variopinto. Cuentan con el valor —genético— extranjero (Batum y Lin), jugadores capaces de aportar en varias facetas (Zeller, Jefferson, Kaminsky, Lee, Lamb, Hawes, Williams etc), y un gran entrenador como Steve Clifford que está destacando por darle gran valor efectivo al tiro de tres.

Pero la clave, más allá del reconocimiento al grupo, está en el espectacular nivel de su base. Walker, desde el parón de febrero, promedia 24,1 puntos y 6,1 asistencias con un 47,4% de acierto. Y la que era su asignatura pendiente, el triple, la está sacando adelante y sin necesidad de acudir a revisión. Tras lanzar la temporada pasada con un pobre 30,4% desde más allá del arco, este curso salta al 37%.

«Esto te abre muchas puertas», dice respecto a su mejoría en dicha faceta. «Ahora soy una amenaza. Mis compañeros están corriendo muy bien sin balón. Me buscan y crean buenas pantallas, lo que me permite hacer amagues de pase y tirar o penetrar y encontrarlos solos mucho mejor situados», ha explicado Kemba.

… y los del equipo

Su gran nivel está arrastrando el de sus compañeros. Nos encontramos a Marvin Williams también con los mejores porcentajes desde el triple en su carrera (39%) o a Cody Zeller realizando un espléndido trabajo en la defensa del pick & roll —superando a especialistas como Dwight Howard, Marc Gasol o Marcin Gortat—. Y ‘Big Al’ está de vuelta, y como él mismo recuerda: «no hay muchos jugadores que puedan hacer lo que yo al poste. Mi forma de jugar siempre tendrá un hueco».

La franquicia que dirige Michael Jordan ocupa la novena plaza entre los mejores equipos defensivos de la liga, y en los últimos 13 partidos sólo dos de sus rivales han logrado superar la barrera de los 100 puntos.

Efectividad y nervio en ataque y cada vez afianzando más el cerrojo en la defensa. ¿Cuál será el techo de estos Hornets?


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