La derrota ante Memphis sigue escociendo a los Warriors. Ya no solo por dejarse remontar una distancia que parecía suficiente para ganar cómodamente, sino por las sensaciones que dejó el equipo en el último periodo. En concreto en ese postrero ataque en el que Kevin Durant lanzó de tres y a Stephen Curry y Draymond Green no pareció gustarles demasiado cómo se habían repartido los roles en esa jugada.
Preguntado sobre qué pensaba del partido, Steve Kerr no se mordió la lengua y tiró de autocrítica para intentar evitar que situaciones así se repitan en próximos partidos. «Nuestro ataque en el último cuarto fue atroz, no sé si lo habéis podido percibir. Todo el mundo está pendiente en las derrotas, pero yo también presto atención a las cosas cuando ganamos», comentó el entrenador en declaraciones recogidas por ESPN.
Los 13 puntos anotados en 12 minutos provocaron que el equipo se estancase de manera estrepitosa y, ante tal regalo, los Grizzlies supieron aprovechar para darle la vuelta al marcador.
«No me gustó nuestro lenguaje corporal», continuó Kerr. «Eso es lo principal. Creo que jugamos un buen baloncesto, muy sólido en tres cuartas partes. Cuidábamos la posesión de la bola y la defensa, pero fue comenzar el último cuarto y nuestro lenguaje corporal era malo. Puede suceder, pero es algo que me molestó».