Mediado el primer cuarto del partido que disputaban Cleveland Cavaliers y Boston Celtics, Kevin Love, tras luchar por un rebote con Kelly Olynyk, se vio obligado a dejar la cancha con el hombro izquierdo dislocado. La jugada, en la cual el jugador de los verdes agarra a Love, es vista por el jugador de los de Ohio como una acción realizada con la intención de hacer daño.
«Pienso que fue una jugada poco profesional. No tengo duda alguna en mi cabeza de que lo hizo a propósito. Eso no es una jugada de baloncesto. La liga tendrá que mirarla y decidir algo rápido y justo«, explicó tras el partido visiblemente enfadado.
Vista por su compañeros, entre ellos por LeBron James, la jugada no permite una lectura diferente a la de Love. «He visto la jugada repetida y no me parece que sea de baloncesto. Durante mi carrera he visto muchos agarrones y esa acción es algo diferente«.