Kevon Looney se machaca por una oportunidad

Hay uno que va contracorriente. Mientras las sonrisas de muchos se apagaban al ver el peaje que implicaba traer a Kevin Durant a la Bahía, había una que se ampliaba. Puede resultar paradójico que alguien que quiere lo mejor para Golden State Warriors esté feliz con las marchas de Andrew Bogut o Festus Ezeli. Pero algo así debe suceder en la cabeza e Kevon Looney.

El año pasado los Warriors iban rodados —y tan rodados— en temporada regular. Tanto de hecho que sin duda hubo una gran cantidad de minutos de la basura que habrían venido de fábula para que un novato como Looney se fuera fogueando. Sin duda sus dos operaciones de espalda no fueron lo mejor que le pudo pasar. Por supuesto, en Playoffs, era demasiado tarde para entrar en el esquema de Steve Kerr.

«Cuando veía que nos ganaban en los rebotes, yo estaba en plan: «Tío, yo habría capturado ese», decía el ala-pívot el pasado jueves al San Francisco Chronicle tras un entrenamiento del equipo. «Este año, espero tener la oportunidad de demostrar que debo estar en la cancha».

Sus «rivales»

Como en el metro en hora punta, unos salen y otros no paran de entrar. Y no ha llegado morralla precisamente a Oakland. Sin Bogut ni Ezeli, los Warriors han cubierto vacantes con Zaza Pachulia y David West. Quizás no con el futuro o presencia de los dos anteriores pero que, sin duda, por ahora van delante de Looney. Y ahí no acaba la cosa; Anderson Varejao, James Michael McAdoo, y el consabido small ball con Draymond Green a la cabeza.

Suficientes obstáculos parece, pero es que todavía hay más. JaVale McGee también competirá por ocupar una plaza en el roster final, y luego hay otro jugador, aún más imberbe que Looney,el novato Damian Jones, que también hará lo imposible por jugar. El ex de UCLA ya puede ponerse las pilas si no quiere estar otro año trabajando antebrazo desde el banquillo con las toallas.

Su casa, el gimnasio

Y en esas está. Aprovechando el fenómeno de Pokemon Go, permitidme el símil. Looney renuncia a la captura del Machoke y apuesta por convertirse en uno de ellos. El número 30 del Draft 2015 ha ganado casi diez kilos de musculatura este verano. Dos sesiones de entrenamientos diarias están dando sus frutos al menos en el apartado físico del jugador de 2,06 metros.

Tras su última intervención en el labrum, fue habilitado por los médicos hace dos semanas para volver a entrenar con contacto. Ya está listo y preparado para aporrear la aldaba de la rotación de Steve Kerr. «Tengo la oportunidad de entrar, aprender de esos chicos y estar en un equipo que busca hacer historia. No se me ocurre ninguna situación mejor en la que podría estar».


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.