Buenas noticias para Charlotte Hornets. Michael Kidd-Gilchrist, a quien se daba prácticamente por descartado para regresar a las canchas esta temporada, ha acortado los plazos de su recuperación, estimada en seis meses, hasta el punto de que él mismo define como «indudable» que jugará este curso.
El jugador de los de Carolina del Norte tuvo que pasar en octubre por el quirófano para operarse de un desgarro en el labrum de su hombro derecho, intervención tras la que se calculaba su vuelta para la última semana de temporada regular en abril; sin embargo, en estos momentos, a pocas semanas de finalizar la readaptación sin contacto para iniciar el trabajo con sus compañeros, se ve en disposición de volver mucho antes.
«Sin lugar a dudas. No hay duda de que voy a jugar esta temporada. Voy a jugar. Ahora es una cuestión de saber en qué momento será», señala con seguridad en declaraciones a Charlotte Observer.
Su regreso, ya sea antes o después, se antoja realmente importante para los Hornets, que darían un gran salto en la parcela defensiva de cara a acabar logrando una plaza para Playoffs en la competida Conferencia Este.