Sigue el olor a gusanos en la Gran Manzana, aunque no el fruto no esté podrido del todo. Si hace unos días eran los New York Knicks quienes reculaban y levantaban el veto a Charles Oakley, es ahora el exjugador y símbolo de la franquicia quien no acepta perdones. Incluso, Oakley ha asegurado preferir «ir a la cárcel» antes que ‘tragar’ con cualquier acto de conciliación entre ambas partes.
«Preferiría ir a la cárcel y estar dos o tres años allí, cumplir por mis cargos y salir siendo una mejor persona», dijo este jueves Charles Oakley a Maggie Gray, periodista de Sports Illustrated.
El exjugador admite que los fuegos acaecidos entre él mismo y la propiedad de los Knicks —James Dolan, en particular— le han dolido hasta el punto de ahora mismo no aceptar disculpas.
«No me des nada ahora solo porque las cosas estén mal. Eso es lo que es malo. Enterramos la m*erda por el dinero y el poder. Este es un problema también con la gente. La gente lo ve», añadió el dolido Oakley.
El ahora exjugador fue acusado de tres cargos por delito de asalto menor y un cargo criminal después de sus más y sus menos con el cuerpo de seguridad del Madison Square Garden.
Expulsión, veto y perdón
El incidente en el que Oakley fuera expulsado del MSG prendió la mecha para que Dolan y la parte acusada elevaran sus diferencias hasta máximos históricos. La franquicia vetó de por vida a Oakley, de cualquier acto o partido en el Madison, pero levantó el castigo a los pocos días. Y ahora es la parte acusada la que no acepta disculpas.
Oakley también comparó a James Dolan con Donald Sterling, antiguo dueño de los Clippers y que fue forzosamente apartado de su posición debido a un escándalo racista hace ahora algo más de dos años.
Por unos o por otros, la discordia sigue instalada hasta las semillas más profundas de los Knicks. En plena época de reclutar jugadores vía traspaso.