Los Lakers siguen su trayectoria descendente tras caer ante Toronto por 114-123. El equipo de Luke Walton, pese al acierto desde fuera del arco de sus exteriores titulares, sucumbieron a los dos All-Stars de los Raptors. DeMar DeRozan y, especialmente, Kyle Lowry, se bastaron para devolver la sonrisa a los Raptors en una complicada gira por el Oeste.
Tras cerrar el año con dos derrotas, una ante Golden State y otra ante Phoenix, el equipo canadiense se mostraba necesitado de buenas noticias. Los Lakers, pese a dar batalla durante gran parte del partido, se la dieron sin salir de su mala racha de resultados. Con la derrota ante los Raptors, los angelinos acumulan ya 15 derrotas en sus últimos 17 partidos, siendo el equipo en peor momento de resultados de toda la NBA.
Eficiencia devastadora
Su principal verdugo fue Kyle Lowry. El base estuvo casi perfecto en ataque, anotando 41 puntos con solo 16 tiros de campo intentados. Su 6/7 en triples y un perfecto 11/11 en tiros libres dieron aire a los Raptors incluso ante la efectiva presión final de los Lakers. Lowry aderezó su gran noche con 9 rebotes (1 ofensivo clave en el último minuto) y 7 asistencias.
A su lado, DeMar DeRozan mantuvo la responsabilidad ofensiva durante los tres primeros cuartos en un siempre especial partido para él. El escolta, nacido en Compton (suburbio al sur de Los Angeles), terminó con 31 puntos, aunque en el último cuarto (0 puntos) tomó un papel secundario ante la inspiración de Kyle Lowry.
Acierto sin premio
Los Lakers, por su parte, ofrecieron en 48 minutos lo mejor y lo peor de su actual repertorio. D’Angelo Russell (28 puntos, 5 asistencias y 0 pérdidas) y Nick Young (26 puntos) se combinaban para 13 triples, sirviendo como artillería necesaria para contrarrestar a los dos All-Stars y campeones olímpicos de la plantilla de los Raptors.
Pero, tras mantener a raya a los Raptors durante gran parte del partido, un fulgurante parcial de 8-25 entre el tercer y el último cuarto terminó con gran parte de sus opciones. Kyle Lowry, con 20 de sus 41 puntos en los 12 minutos finales, evitaba que la reacción final de los Lakers tuviera éxito, empezando el mes de enero con el mismo mal pie con el que vivieron durante todo diciembre.