Uno de los grandes cambios en la NBA durante la última década ha sido la consolidación de la D-League. La liga de desarrollo se ha convertido en un caladero importante para adquirir refuerzos durante la temporada, y en un buen lugar de paso para que las franquicias NBA puedan dar minutos a jugadores jóvenes que no han logrado entrar todavía en la rotación del equipo. Acercándose al objetivo de la NBA de que las 30 franquicias NBA tengan un afiliado en la D-League (en 2016-17 habrá 22), la liga de desarrollo ha dado un tímido paso para corregir una de sus asignaturas pendientes: hacer más digno el salario de sus jugadores.
Según Upside & Motor, la D-League aumentará los sueldos de los jugadores bajo contrato de la D-League, especialmente en su salario mínimo. Hasta esta temporada, estos sueldos se dividían en tres niveles, uno de $13.000 por temporada, otro de $19.000 y otro de $25.500, con un tope salarial por equipo de $173.000. Con la nueva estructura aprobada para 2016-17, solo existirán dos niveles, el más bajo con un salario de $19.5000 y el más alto con $26.000, con el tope salarial aumentando a $209.000.
Leyendas urbanas y realidades
Erroneamente, hay quien ha comparado los salarios de los jugadores de la D-League con los de empleados de supermercados o de restaurantes de cómida rápida pero, lamentablemente para estos últimos, está bastante lejos de la realidad. Los jugadores tienen alojamiento pagado durante su estancia y su compromiso solo dura de noviembre a abril. Algunos de ellos encuentran a final de temporada acomodo y paga extra en ligas aún en activo, principalmente en Latinoamérica. Y, por supuesto, un trabajador de McDonald’s no está a solo una llamada de teléfono de jugar en la NBA si hace una buena labor en su trabajo. Aunque otras competiciones profesionales alrededor del mundo ofrecen mejores salarios, la posibilidad de estar cerca de casa es también atractiva para jugadores estadounidenses, mayoritarios en la D-League.
Sea como sea, esta ligera subida no reduce diferencias importantes respecto a las principales ligas europeas o asiáticas, pero es un simbólico paso adelante. Aunque la NBA ha tenido siempre clara su intención de que la D-League sea un lugar de paso para los jugadores, que en caso de no conseguir dar el salto acostumbran a buscar mejores cheques en el extranjero, los salarios pueden aumentar de forma más considerable más adelante aprovechando el flujo masivo de dinero que ha entrado en la liga tras el nuevo contrato televisivo. La evolución de la D-League está aún en marcha.