Los Boston Celtics quieren a Kevin Love para la próxima temporada. Son muchos los que opinan que no es el jugador idóneo para la franquicia de Massachusetts, pero la experiencia con Danny Ainge me dice que el dirigente sabe lo que se hace.
Informa ESPN que los Celtics tirarían la casa por la ventana por hacerse con el ala-pívot formado en UCLA. Sus elecciones 6º y 17º del tan valorado Draft 2014, alguna que otra futura 1ª ronda y un jugador a escoger entre Kelly Olynyk y Jared Sullinger.
Flip Saunders y sus Timberwolves tienen que estar muy locos si finalmente no aceptaran tal movimiento. El ahora Presidente y Entrenador declaraba que quería la presencia de Love la próxima temporada pero, ¿quién le asegura que el jugador no salga «gratis» en 2015? ¿De verdad merece la pena arriesgar?
Cabe recordar que la franquicia de Minnesota ha ido creciendo paulatinamente desde la campaña 2009-10, cuando apenas ganaron 15 encuentros. En la pasada 2013-14 han rozando el 50% con una marca de 40-42.
Ricky Rubio, Kevin Martin, Gorgui Dieng, Corey Brewer, Chase Budinger o Shabbazz Muhammad son suficientes activos como creer en el futuro. Y si además a ese grupo le añades una posible salida de Nikola Pekovic (47,9 millones hasta 2018), la franquicia tendría un futuro espectacular y con mucho margen salarial, mucho.
A esta impresionante lista habría que añadirle, si finalmente llega el comercio con Boston a buen puerto, las elecciones 6º, 13º y 17º y una promesa entre Sullinger y Ollynyk. Me pregunto si alguien de Minnesota todavía no ha pensado por qué narices no se ha cerrado ese traspaso.
¿De verdad que los Suns pueden ofrecer algo mejor? ¿Golden State Warriors? ¿Otra franquicia quizás? No lo creo.