La continuidad de los Kings en Sacramento, y el regreso de una franquicia NBA a Seattle siguen afrontando escollos día tras día. Ambas ciudades están pasando por serios apuros para consolidar sus respectivos (y opuestos) objetivos.
El consejo municipal de Sacramento celebró anoche una tensa sesión en la que se discutió la situación en torno a los Kings. Días atrás, los propietarios de la franquicia se negaron a asumir algunos de los primeros gastos relacionados (alrededor de 6.5 millones de dólares) con la construcción del nuevo pabellón, condinción indispensable para que el equipo siga en la capital californiana.
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Una negativa que no ha gustado a Darrell Steinberg, presidente del senado estatal de California. Steinberg acusó, en declaraciones recogidas por el Sacramento Bee, a los hermanos Maloof, propietarios de los Kings, de «buscar cualquier motivo para no actuar» en defensa de la permanencia del equipo.
El consejo municipal de la ciudad aprovó ayer, con 7 votos a favor y 2 en contra, aceptar un pago de 200.000 dólares por parte de la NBA para continuar el trabajo de desarrollo previo a la construcción del nuevo pabellón. Eso sí, dejando en el aire quién asumirá los 6.5 millones de dólares que separan al municipio y a los Kings.
«Creo que la ciudad debería cumplir con sus compromisos, y esperar que nuestros socios hagan lo propio», advirtió el concejal Steve Cohn. La resupesta de la familia Maloof por parte de los Kings será el siguiente paso en un culebrón que empieza a enquistarse.
Una de los candidatas a medio plazo a acoger a una franquicia NBA es Seattle, antiguo hogar de los SuperSonics. El ayuntamiento de la ciudad había presentado un plan para la construcción de un nuevo pabellón que devolviera la liga profesional, pero este nuevo proyecto tiene un opositor importante.
Según ESPN, los Seattle Mariners, equipo de la liga profesional de beisbol, ha presentado una carta formal al ayuntamiento y al condado de King oponiéndose a la construcción de un nuevo arena cerca de su estadio y el de los Seattle Seahawks de la NFL de fútbol americano.
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La carta, firmada por el presidente de la franquicia Howard Lincoln ponía como obstáculos para la convivencia de los tres recintos los problemas de calendario, de tráfico y de aparcamiento que «requerirían millones de dólares para aliviarlos». Igualmente, Lincoln no es contrario al regreso de la NBA a Seattle, aunque exige cambiar su localización prevista.