Victoria, cerca de un triple-doble y 32º cumpleaños a la vuelta de la esquina. Nada de eso evitó a LeBron James sentirse mal con el partido realizado ante Boston Celtics este jueves que finalizó de lado de los Cavaliers por 124 a 118.
“Creo que he estado horrible esta noche”, dijo James tras el encuentro en el que consiguió 23 puntos, 11 asistencias, 8 rebotes, 3 tapones y 1 robo con un 50 por ciento de acierto en los tiros. Su lunar fueron las pérdidas de balón, nada menos que 8, la cifra más alta de la temporada para él. “He estado muy mal en todas las facetas del juego. Ha sido inaceptable. No puedo hacer eso si quiero ayudar al equipo a donde queremos llegar. Si fuera un examen me daría un muy deficiente por mi rendimiento de esta noche”.
‘Salvado’ por sus compañeros
“Hoy estaba más en mi zona y en mi cabeza tratando de buscar fórmulas para ayudar al equipo. Hoy se trataba de mí, de cómo estaba pensando”, explicó James. “Mi concentración en diferentes momentos del partido fue muy pobre. Cometí ocho pérdidas, algunas de ellas estúpidas, especialmente la de Avery Bradley. No estaba concentrado en el partido”, añadió.
James recordó que ni siquiera por sus grandes números estaba conforme. “No se trata de las estadísticas siempre. Va de como salgo y encaro el partido. Menos mal que tuve a dos All-Stars a mi lado que fueron capaces de conseguirnos la victoria”, explicó el alero recordando el gran rendimiento de Kevin Love (30 puntos, 15 rebotes) y Kyrie Irving (32 puntos, 12 asistencias) anoche.
“Este tipo es muy especial” dijo Irving sobre James. “Se da un ‘muy deficiente’ y ha terminado con 23, 8 y 11. Eso es lo que hace grande a los grandes. Tomando la responsabilidad y siguiendo adelante”.
No solo de cara a la galería
James se mostró decepcionado con su juego no solo ante los medios. Tyronn Lue, su entrenador, reveló que James se disculpó ante sus compañeros por el partido que había realizado. “En el vestuario y el banquillo dijo ‘Es mi culpa. He estado fatal esta noche. No volverá a pasar’”, comentó Lue.