Nunca cuatro derrotas seguidas han sido portadoras de buenos augurios. Y el caso es que los Cavaliers parecían haber sabido atajar la zozobra inicial de la temporada (1-3 con cuatro partidos en la mochila). Sin embargo, unas cuantas noches después, la nave sigue sin patrón (5-7).
Las decepciones llegadas de manera consecutiva frente a Denver, San Antonio, Washington y Toronto han abierto las heridas más que nunca en Cleveland. Bien lo sabe LeBron James.
El alero y mesías de los nuevos Cavs se mostró vehemente haciendo autocrítica. «Hemos tenido una racha de cuatro derrotas seguidas, así que apesto. No estoy haciendo mi trabajo», dijo el alero este lunes y se hizo eco The Associated Press.
James cree que la ausencia de liderazgo por la parte que le toca ha sido una de las principales condenas de los suyos en este primer mes de competición, aunque mantiene su optimismo de cara a lo que viene.
«Siendo el líder del equipo, si empiezo a agachar la cabeza, eso se extenderá a todo el mundo. Ellos me tienen en muy buena estima. Ellos creen que debo marcar la diferencia y tengo que seguir siendo positivo incluso en los tiempos duros. Como he dicho antes, éste no es el peor punto en el que estaremos este año. He visto lo peor y esto es algo bastante claro para mí», comentó James.
Semana dura
Durante el fatal trayecto de cuatro partidos cayendo, James no se ha acercado a su mejor ‘yo’ –el de hace siete días, cuando fue nombrado Jugador de la Semana–, promediando solo 18 puntos por partido y cometiendo errores definitivos como la pérdida de balón en los instantes finales ante los Spurs.
Pese al mal momento, el líder de los Cavs aún augura tiempos más tristes este año. «Ésta no es la mayor adversidad con la que nos golpearemos. ¿Creéis que vamos a llegar a las Finales? No lo sé. No sé lo que depara el futuro, pero desde mi perspectiva no es tan malo (el presente) como podría parecer».