Tyronn Lue dijo que la rivalidad entre Cleveland y Golden State podía llegar al nivel de la vivida entre Celtics y Lakers. Klay Thompson dijo que le encantaba esa rivalidad y que incluso hacía que jugar fuese más divertido. Pues bien, para LeBron James no hay nada de eso.
A horas de que Warriors y Cavaliers vuelvan a verse las caras tras el partido de Navidad, LeBron resta importancia al duelo, en lo que puede ser a su vez una manera de motivar a sus propios compañeros.
«No lo consideramos un rival. Son un gran equipo. Han sido el mejor de los últimos dos o tres años. Golden State es simplemente el siguiente partido. Son un fantástico equipo. Durante varios años el mejor. Pero no podemos poner todos los huevos en la misma cesta por un partido», expresa en declaraciones recogidas por Cleveland.com.
Cuestión psicológica
Tras remontar el día de Navidad 14 puntos en el último cuarto, los Cavs están en disposición de dar un nuevo golpe en la moral del que se presupone su rival por tercera vez en las Finales. Contando las anteriores, Cleveland puede sumar su quinto triunfo consecutivo.