Lección de Boston en Los Angeles

Los Lakers vistieron con las camisetas de la temporada 71-72
(AP Photo/Chris Carlson). Los Lakers vistieron las camisetas retro de la temporada 71-72, preciosas. ¿Los Celtics? Siempre de retro

Tal como hicieron los Lakers en febrero de 2009, ayer los Celtics se vengaron de los verdugos que les dejaron sin anillo meses atrás. Y la sensación que nos dejó el partido de hace dos años es muy similar a la que nos queda del de ayer: un equipo muy bueno está en una línea sobresaliente y otro equipo muy bueno está a la baja y tiene pinta de suspender los exámenes de junio.

Anoche en el Staples Center los Celtics ganaron a los Lakers (96-109) desplegando un gran baloncesto: solidario, eficaz, bien ejecutado, serio. Ante eso su rival lo único que presentó fue a un Kobe Bryant de altos vuelos. Phil Jackson miraba a la pista y al banquillo y lo único que veía era a Bryant enchufado y a un grupo de jugadores vestidos de amarillo que deambulaban sin aportar mucho salvo su presencia. Mención destacada para Ron Artest, un jugador que con los años ha aprendido a controlar su mente pero que cada vez juega peor al baloncesto. Ayer molestaba en los ataques, no defendía a nadie y sólo se preocupaba por lanzar mandarinas a canasta con cada balón en ataque que cazaba (1 de 10 en tiros de campo). Un despropósito.

La estadística que empezó a correr como la pólvora anoche fue que Kobe Bryant anotó 41 puntos y no repartió ninguna asistencia (tercera vez en 1230 partidos que Kobe anota más de 40 puntos y no reparte asistencias).«¡No pasa el balón!» aullaban sus críticos. Bueno, con lo que tenía al lado ayer tampoco tenía mucho donde pasar. La mayor parte del último cuarto compartió la pista -que no la bola- con Gasol, Odom/Bynum, Blake y Fisher. Evidentemente los jugadores de los Celtics sacaron provecho de un backcourt tan débil anotando 32 puntos en esos 12 definitivos minutos mientras Doc Rivers desde el banquillo no daba crédito ante tantas facilidades tácticas del rival.

Realmente incomoda que Bryant sea blanco de ciertas críticas por su actitud en el partido de ayer. Su porcentaje en tiros de campo (16 de 29) fue bueno y Gasol tampoco debería lanzar pullas desde su web oficial (ACTUALIZACIÓN: la crónica de la web de Gasol fue cambiada horas después por los numerosos ataques a Bryant) ya que anoche intentó 13 tiros anotando sólo 5 y se le vio tan fuera de forma y de ritmo que incluso rompió la cabeza a Garnett sin querer -a pesar de ello Garnett ayer no tuvo oposición por parte del español en ambos tableros-. Mañana 1 de febrero se cumplen tres años del fichaje de Gasol por los Lakers y tras haber visto cerca de 200 partidos de él desde aquel día, me cuesta recordar una racha peor de juego de Pau desde que vive en Los Angeles.

Foto del Lakers Celtics 2011(Photo by Andrew D. Bernstein/NBAE)

El despliegue en pista de los actuales campeones fue tan lamentable que ayer los Lakers registraron su peor dato como local en 51 años en el apartado de asistencias: sólo 10 pases de canasta. Boston repartió 34. Incluso contando sólo las de Rondo (16) ya sería una diferencia sustancial que nos basta para resumir lo que propusieron ambos equipos en el primer duelo entre ellos desde aquel mítico séptimo partido de junio.

Paul Pierce, motivado por jugar en su ciudad natal, contribuyó a engordar esa estadística que dice que el equipo contra el que más anota historicamente de toda la NBA son los Lakers (26.0ppp). Ayer 32 puntos en una serie de 11 de 18 anotando cuando hacía falta, sin ser excesivo. Por no hablar de las maravillosas suspensiones de Ray Allen (21 puntos).

Volviendo al inicio del artículo, baste recordar el balance con el que se quedan ambos equipos para dejar claro a lo que aspiran cada uno. Los Lakers (cuatro derrotas en los últimos siete partidos, 33-15 en global) se despiden de cualquier posibilidad de ganar el Oeste ante los intratables Spurs (40-7). Además en los próximas quince días reciben a Houston y San Antonio y visitan New Orleans, Memphis, Boston, New York y Orlando, por lo que deberían concentrarse en aguantar esa segunda plaza del Oeste que peligra más que nunca y tratar de no perder comba ante Miami, Chicago y Orlando, por si suena la flauta en primavera y el campeón del Este no es Boston, ya que con los verdes tienen la batalla del factor cancha perdida.

Los Celtics (36-11) mantienen tres partidos de ventaja sobre Chicago y Miami y dado su gran nivel de juego es de esperar que conserven el primer puesto de su conferencia y encaren los Playoffs con las garantías de jugar los séptimos partidos en casa, incluido un hipotético séptimo en las Finales si se dan varios milagros y los de Phil Jackson consiguen ganar el Oeste con menos calidad global que hemos visto en lustros.

Como anécdotas del partido se recordarán una nueva muestra de simpatía de Garnett (un recogepelotas de los Lakers preguntó a Garnett si le firmaba un balón y el respondió «tienes más posibilidades de encontrar a Bin Laden»), los cero puntos en 13 minutos de Shaquille O´Neal en su vuelta al Staples o las camisetas retro que lucieron los Lakers en este duelo tan especial.


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