Tras un primer año difícil en Brooklyn, saltaron algunos rumores que ponían a Kevin Garnett al borde de la jubilación. Durante el mes de mayo, el propio jugador se encargó de desmentir esos rumores anunciando que jugaría, al menos, una temporada más. Ahora, parece que ‘The Big Ticket’ no se conformará solo con eso, y tiene la intención de incrementar su participación en el curso que se nos presenta.
Newsday ha informado al respecto, destacando el papel que Jerry Stackhouse y Rasheed Wallace, jugadores que compartieron draft con Garnett —1995— han tenido proporcionando al ala-pívot la chispa de motivación que necesitaba.
«Stackhouse llegó aquí el otro día», dijo el forward de los Nets el pasado Lunes. «Él y yo salimos de la misma promoción, así que es fácil poner las cosas en perspectiva. Hablamos con Sheed (Wallace) el otro día; estaba en el sofá de su casa poniéndose gordo».
9 minutos menos por partido en los Nets
Antes de aterrizar en Nueva York, Garnett promediaba 29,7 minutos por partido. En su primer año con los Nets a disminuido sustancialmente esa cifra hasta los 20,5 minutos.
Sin embargo, sus 38 años no parecen un impedimento para que su entrenador, Lionel Hollins, quiera aumentar su protagonismo este año. El coach no se ha caracterizado en su trayectoria por dar descanso a sus estrellas excepto en la recta final de la temporada regular estando ya los Playoffs asegurados.
Tras perderse 19 partidos la última campaña debido a espasmos en su espada, el ex de Timberwolves y Celtics se encuentra en plena forma y está preparado para aumentar sus prestaciones y minutos en pista, incluidos los back-to-back, cosa que no sucedió con Jason Kidd en su debut en los banquillos.
«Sólo le dije, que habrá momentos en los que lo saque antes de tiempo, habrá momentos en los que lo quite un poco más avanzado el cuarto, y habrá momentos en los que lo sacaré en la recta final cuando el partido esté ya decidido. Sólo me guiaré por mis sensaciones. No voy a planificarlo», han sido las palabras de Hollins.
Garnett, que va entrar en su segundo y último año de contrato, comenzará su vigésima temporada NBA en la que se embolsará 12 millones de dólares. En su primera y única con los Nets ha bajado por primera vez de los dos dígitos en anotación, con 6,5 puntos y 6,6 rebotes.