Lockout: efectos estadísticos de una temporada anómala

La temporada NBA que comenzará el día de Navidad será la más extraña de los últimos años. Es difícil prever qué pasará en un calendario cargado de partidos, con una pretemporada insuficiente y con unos jugadores que, seguramente, llegarán lejos de su mejor forma. Se apunta a que los equipos veteranos sufrirán más la sobrecarga de encuentros, pero en todo caso no tendremos una temporada normal, por todos estos condicionantes.

Afortunadamente la historia de la NBA no ha dejado muchos ejemplos de temporada marcada por un cierre patronal. El antecedente más claro lo encontramos en la temporada 1998-99, donde se disputaron 725 partidos NBA, esto es, cada equipo disputó 50 partidos. Los datos estadísticos sobre aquella temporada ponen de manifiesto que el lockout afectó no sólo a la duración de la temporada sino también a la calidad e intensidad de la misma.

A continuación realizamos un análisis de lo ocurrido hace más de 10 años, tomando para ello los datos estadísticos de aquella temporada que compararemos con los promedios de otras temporadas. Hemos realizado cálculos para dos épocas distintas que compararemos con el año del lockout. Llamaremos «pre-lockout» a los datos en promedio de las temporadas 1988-89 a 1997-98; y «post-lockout» a los datos en promedio de las temporadas 1999-2000 hasta la temporada pasada (2010-2011). Vamos a analizar tres facetas del juego que hemos agrupado en los siguientes 3 apartados:

RITMO DE JUEGO

En esta faceta hemos analizado la cantidad de lanzamientos a canasta realizados por partido y una estimación del número de posesiones por partido, en las dos épocas (pre y post lockout) y lo hemos comparado con el año del lockout.

En cuanto a estas dos variables, puede apreciarse que los tiros a canasta realizados en la temporada del lockout fueron inferiores (78,2 por partido) a la etapa pre-lockout (84,18 por partido) y post-lockout (80,74 por partido). En cuanto al número de posesiones, de nuevo el año 1998-99 fue un año de pocas posesiones por encuentro (88,90).  Podemos concluir por tanto, que la temporada de 50 partidos condujo a un ritmo por partido mucho más bajo que en años normales.

ACIERTO

Pudiéramos pensar que un ritmo de juego bajo conduciría a un acierto alto, sin embargo el análisis de los datos derrumba este supuesto. Los porcentajes de acierto en el año 98-99 fueron inferiores en tiros de campo y en tiros libres. Tan sólo en triples tenemos un porcentaje de acierto similar a la época que hemos llamado pre-lockout.

El cansancio, la falta de pretemporada, e incluso la falta de concentración derivada de un período de inestabilidad pudo condicionar estas variables. Parece que nos espera, si extrapolamos el análisis a la temporada que va a comenzar, una temporada de más errores.

OTRAS VARIABLES

Derivado de lo expuesto hasta aquí, tenemos que los puntos anotados en una temporada anómala caen radicalmente, pero en cambio los rebotes no se ven incrementados. Es decir, el ritmo bajo puede más que el desacierto en el tiro. En cambio, pese a jugar a un ritmo más bajo, no hay una relación fuerte con un descenso en el número de pérdidas. Pudiera pensarse que un ritmo bajo derivaría en un acierto alto, y ya vimos que no. Pero además el número de pérdidas por encuentro en la temporada 1998-99 no fue inferior a la etapa post-lockout.

EL ÚLTIMO LOCKOUT SUPERÓ RÉCORDS NEGATIVOS

La temporada 1998-1999 llegó a cotas inimaginables… pero en términos negativos. En el siguiente gráfico se analizan los puntos anotados por partido y el porcentaje de acierto. Se ha calculado la media de los cuarenta últimos años de NBA, y se ha calculado para cada año cuánto de lejos está del promedio de las cuarenta temporadas. Un dato igual a 1 significaría que el dato anual (el de la temporada en cuestión) coincide con la media de los últimos 40 años. Un dato por encima de la unidad significa que está por encima de la media y un dato por debajo indica que está peor que la media.

Los datos son demoledores: tanto en puntos como en porcentaje de acierto el último lockout causó estragos, alcanzando mínimos en las series analizadas. Estamos hablando de mínimos históricos.

¿QUÉ TEMPORADA NOS ESPERA?

En conclusión. Una temporada extraña, apretada, tras un proceso de negociaciones patronal-sindicatos difícil, una pretemporada corta, una situación contractual que genera dudas para muchos jugadores, nos puede deparar una temporada de menor acierto y ritmo que las anteriores. Dicho de otro modo: tenemos NBA, pero no podemos esperar que sea lo de todos los años.

Fuente | Datos de cada temporada en Basket-reference.


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