Ojalá Joel Embiid pueda continuar con el rendimiento mostrado en esta pretemporada, que ya suficientes malas noticias en forma de lesión ha tenido el joven pívot desde que fuera drafteado por los 76ers.
La pasada madrugada volvió a tener una actuación destacada en la victoria sobre Miami gracias a sus 18 puntos en 18 minutos; es decir, que el bueno de Embiid salió a punto por minuto. Casi nada. Y además añadió nueve rebotes a la causa.
“Siempre me he sentido como que soy un jugador completo. Eso es lo que yo hago”, dijo el jugador al acabar el encuentro. “Estoy también empezando a conseguir canastas más fáciles, y siento que estoy mejorando tanto ofensiva como defensivamente en cada partido”.
Números para ilusionar
En los siete partidos que ha disputado hasta la fecha, Embiid se ha mostrado en un estado de forma envidiable. Sus condiciones siempre han sido las mejores para desempeñarse con soltura en el rol de pívot, pero quedaba por ver cómo respondía físicamente tras tanto tiempo de inactividad. Y tanto que si ha respondido.
Los 76ers han querido ser precavidos con su tiempo en cancha, reduciendo la carga de minutos para evitar problemas, pero dejándole lo suficiente como para que se haya explayado y cogido cierto ritmo de competición.
En 14,7 minutos por encuentro, sus promedios son realmente buenos: 11,4 puntos, 6 rebotes – de los cuales 4,3 rebotes han sido en defensa –, y un tapón.
Si escudriñamos en los porcentajes, vemos cómo Embiid ha llegado a un 44,8% en tiros de campo y un destacable 82% en tiros libres.
Su entrenador, encantado
Brett Brown ya sabía que tenía un diamante en bruto entre sus dedos, y ahora que está corroborando tal idea, tiene que encontrar la mejor manera de pulirlo.
“Es un tipo tan duro como lo pueda ser cualquier otro jugador [en el que pienses]”, comentó Brown. “Ha crecido en Camerún y no ha tenido la oportunidad de jugar mucho. Pero él estudia, hace un montón de cosas. Pone mucha atención a todo. Es curioso por instinto”.