A pesar de haber vuelto a casa, a pesar de seguir siendo un líder en pista, a pesar de ser muy querido por la afición, a pesar de estar firmando un más que notable baloncesto a sus 35 años, para Dwyane Wade todo esto no es suficiente.
El escolta no está cansado aún de ganar. La victoria no le produce hastío, y aún le sigue buscando. Por eso, a pesar de estar en un escenario inmejorable en lo personal, sigue con el listón en la exosfera de lo profesional. Y si ve que los Chicago Bulls no están en condiciones de aspirar a él, se lo pensará dos veces antes de firmar su opción de jugador.
«Acabo de cumplir los 35 y tengo en mi cabeza una cifra de cuántos años más quiero jugar», ha dicho Wade para Nick Friedell de ESPN. «Y al final lo que quieres es estar en una situación en la que puedas competir. Hay muchas variables —ciudad, dinero—, pero en mi caso el balance lo haré cuando llegue el verano [según resultados]. Me tomo mi carrera muy en serio, sobre dónde estoy y sobre dónde quiero estar. En verano haremos balance».
La tentación de los Cavaliers
En verano, además de la oferta de los Bulls estuvo la tentación de los Cavs. Las condiciones eran bien distintas. En Chicago, Wade cobraba lo que, entendía, merecía —47 millones en dos años con el segundo opcional—, y desembarcaba en un buen proyecto pero uno —o dos— peldaños por debajo que el de los principales aspirantes al anillo. Aunque un perímetro con él, Butler y Rondo, más su buen contrato, era seducción suficiente.
Por otro lado estaban los Cavaliers. Los Cavaliers de LeBron, de Love, de Irving… y de ensueño de haberse unido al elenco él también. Ocurre que era bajo condiciones de becario.
«Creo que estaban en condiciones de ofrecerme 2,4 millones de dólares. No estaba mal. No estaba tan mal para mí en mi situación. Pero tengo ya tres anillos…. eso es lo que quiero decir. En este sentido, cuando envejeces, cuando te conviertes en veterano, algunos chicos optan por hacer sacrificios [económicos]. Lo vimos el año pasado con David West en los Spurs. Renunció al dinero por tratar de ganar un anillo. Yo tengo tres, y cinco Finales, así que tampoco necesito eso. Pero aún quiero competir. Hay una línea muy fina entre lo que quieres. Y yo [anillo por el mínimo] no lo quiero todavía», explicó el escolta.
La cosa está muy clara. Flash no necesita unos Warriors, unos Cavs, incluso unos Spurs. No exige estar en el podium de los aspirantes. Pero definitivamente no se conformará con todo aquello que no sea, mínimo, los Playoffs. Ahora mismo están en esa fina línea. 22-23 y octavos. Tan pronto están dentro como mañana los vemos a las puertas y sin billete. De cómo lleguen al final del viaje en abril, dependerá que Wade vuelta a subirse a este bólido.