El claro bajón de juego y rendimiento de los Clippers desde la grave lesión de Chauncey Billups ha empezado a levantar las especulaciones sobre el futuro del técnico de la franquicia angelina, Vinny Del Negro. Desde que el veterano base vio finalizada la temporada por un desgarro de su tendón de Aquiles izquierdo, los Clippers presentan un balance de 13-14, lejos del 15-7 con el que empezaron el nuevo proyecto con Chris Paul como gran novedad.
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Sin Billups, un veterano experto en unir vestuarios, los Clippers han mostrado una falta de armonía alarmante, traducida en la pista por derrotas dolorosas ante rivales teóricamente por debajo de su nivel, como New Orleans o Golden State. Pero, al menos de puertas afuera, las altas esferas de la franquicia han descartado un cambio inminente en el banquillo.
«(Vinny Del Negro) me gusta. Generalmente sigo los consejos de mi gente, y creo que se preocupan por él, les gusta y quieren que tenga éxito. Y creo que lo tendrá». Así se expresaba el normalmente esquivo propietario de los Clippers, Donald Sterling, en declaraciones recogidas por Los Angeles Times.
Aún más claro se expresó Neil Olshey, General Manager del equipo. «No veo razón alguna por la cual vaya a haber un cambio de entrenador basado en donde los chicos están ahora», afirmó Olshey. «Creo que todos esperan que hagamos algo grande por haber hecho un gran inicio, y en el minuto en el que no cumplimos por un corto período de tiempo todo el mundo quiso actuar como si el Apocalipsis estuviera encima nuestro».
Un voto de confianza público a su entrenador que llega tras dos triunfos seguidos de los Clippers ante Memphis y New Orleans. Eso sí, el contrato de Vinny Del Negro finaliza este verano, con una opción del equipo para extendérselo por otra temporada. Con entrenadores de renombre como Nate McMillan o Mike D’Antoni en el mercado, sólo un gran resultado de los Clippers en los Playoffs daría opciones a Del Negro para seguir en su cargo por un año más.