Cuando más presión tenía encima, mejor baloncesto mostró Los Angeles Clippers. Liderados por un excelso Chris Paul que se fue hasta los 34 puntos y 7 asistencias, los californianos vencieron 105-114 a los Spurs para poner el 2-2 en la serie y recuperar el factor cancha.
Lejos de la cierta impotencia que mostraron en el primer partido, los hombres de Doc Rivers comenzaron tan enchufados como terminaron; tanto es así que pese a tener a los de Texas a menos de 10 puntos durante gran parte del partido, en ningún momento se pusieron nerviosos para responder a cada empuje de su rival con calma y acierto.
Esa tranquilidad quedó palpable en unos instantes finales en los que ni la grada les hizo dudar del triunfo. Además de Paul, destacó en gran medida la aportación de J.J. Redick, que se fue hasta los 17 puntos, así como las de Jamal Crawford y Austin Rivers desde el banquillo, con 15 y 16 puntos respectivamente.
Evitando el hack-a-Jordan
Dada la igualdad que se vivió durante todo el partido, y adelantándose a Gregg Popovich, Rivers decidió a falta de 6:22 retirar a DeAndre Jordan para hacer jugar a Glen Davis, evitando así el probable hack-a-Jordan para llevar a su jugador a la línea de tiros libres en los minutos finales.
Dos titulares a cero
Tiago Splitter y Danny Green no tuvieron su noche. El primer de ellos no pudo anotar en la pintura para acabar con un 0 de 5 en el lanzamiento; mientras que el alero fue incapaz de convertir alguno de los seis triples que intentó, acabando así, como su compañero, con cero puntos. No fue el caso de Kawhi Leonard, que volvió a ser el máximo anotador de los Spurs con 26 puntos.
Ni Duncan
Tras una floja primera parte en la que se quedó en sólo dos puntos, Tim Duncan volvió a mostrar su clase para echarse el equipo a las espaldas y terminar con 22 puntos y 14 rebotes, un doble-doble que finalmente fue insuficiente.
Griffin, un coloso
El día que más se le esperaba no faltó a la cita Blake Griffin. El ala-pívot de los de California mostró todo su poderío físico para terminar con 20 puntos y 19 rebotes, logrando así su mejor registro de capturas en un partido de Playoffs.