Quien no se consuela es porque no quiere. Que se lo digan a los aficionados de Philadelphia 76ers, unos expertos en la materia.
Anoche, los Brooklyn Nets, hermanados en la clasificación con los pensilvanos, practicaban un severo correctivo a estos merced un acertado Bojan Bogdanovic. Cualquiera diría que los vencidos fueron los vencedores y viceversa. Al menos por la proveniencia de la algarabía en la grada. Me explico.
Los Sixers han ganado 46 partidos en los tres últimas temporadas; haced vuestros cálculos y os daréis cuenta que sus sufridos fans se han convertido en todo unos maestros en lo de sobrellevar derrotas. Asumida la larga marcha por el desierto, piensan en su particular Canaan.
¡Una ronda de rondas!
Ninguno de los dos equipos jugará los Playoffs esta temporada, pero hay algo que los Sixers tienen que sus verdugos ayer no: futuro universitario. El triunfo de anoche de los de la barriada neoyorkina, provoca una felicidad efímera. Prokhorov tendrá que improvisar algún truco más allá del de desenfundar su chequera. Los Nets tienen cero rondas a su disposición este verano, una en vilo que viene de los Celtics en 2017, y otra vez se verán con las manos vacías en 2018.
A Philadelphia, por el contrario, le esperan años de abundancia. Tres rondas para este julio, dos para el año que viene —una según Lakers — y otras dos más para el siguiente —otra depende de los Kings—. Todo un festín.
Es por ello, que los hoolingans 76ers, ya que se habían dado el viaje, decidieron pasárselo en grande en el Barclays Center. Cánticos de «We’ve got draft picks» (¡tenemos rondas del draft!) y «Trust the process» (¡creemos en el proceso!) inundaron el pabellón de los Nets.
Al término del choque, incluso Brett Brown, temporada estoica la suya, se unió al optimismo y quiso agradecérselo a su afición. Ver para creer.
Coach Brown out to see Sixers fans that bused up to Brooklyn for the game tonight. ?? pic.twitter.com/QN1IKLSVdj
— Philadelphia 76ers (@Sixers) March 16, 2016