No fue importante ni diferencial. Fue indiscutiblemente la llave que abrió la puerta de la victoria. El banquillo de Golden State Warriors dejó el pabellón por encima de la exosfera en el partido de anoche ante los Cleveland Cavaliers. Fue tan brillante e inesperada su aportación, que rápidamente los grandes medios estadísticos echaron mano de sus bases de datos respectivas para ver si alguna vez se había hecho algo similar en unas Finales de la NBA.
El resultado salió negativo. El banquillo de los Warriors aventajó en 35 puntos (45 a 10) a los suplentes de los Cavs, y eso, desde que se instauró el formato de 16 equipos (ocho por Conferencia) con derecho a Playoffs a partir 1984, es algo que nunca había ocurrido.
Son cinco puntos los que marcan la diferencia entre este nuevo récord y la marca establecida por los Houston Rockets del 95.
Gran marca personal
Y dejando a un lado la comparativa con el rival, NBC Sports también nos revela y ubica en la tabla clasificatoria la hazaña de los reservas de Golden State en estos 32 años de era moderna. Sus 45 puntos, liderados por los 20 del elogiado Shaun Livingston, empatan con otros dos equipos en el séptimo lugar. No está nada mal.
El oro y la plata se lo reparten los suplentes de Celtics (Rick Carlisle, Bill Walton, Jerry Sichting, Scott Wedman) y Lakers ( Kurt Rambis, Larry Spriggs, Bob McAdoo,Jamaal Wilkes, Mike McGee, Mitch Kupchak) de mediados de los ochenta, permutando los lugares de víctima y verdugo.
