En la noche que Kyle Korver terminaría siendo traspasado a los vigentes campeones, los Atlanta Hawks sumarían su quinta victoria consecutiva al imponerse a los New Orleans Pelicans por 99 a 94.
La actitud del escolta fue impecable, quien a sabiendas de su salida, realizó todo el calentamiento con su equipo y se mantuvo en el banquillo animando a los suyos sin disputar ni un solo minuto.
«Verle ahí en el banquillo animándonos sabiendo que se va a ir a otro equipo. A mí eso me dice mucho», señaló Millsap. «Como ha continuado animando durante todo el partido me dice mucho sobre quien es», añadió.
El base Dennis Schroder lideraría el ataque visitante con 23 puntos, y Paul Millsap añadiría 17 puntos y 10 rebotes. Los Hawks cerrarían el partido con un parcial de 14-6 en los últimos tres minutos.
Korver y su salida
Los Hawks se negaron a confirmar el acuerdo antes del choque para evitar distracciones, pero la situación de Korver y los cantos de sirena que circulaban por el pabellón decían todo lo contrario. No fue hasta acabar el choque cuando lo hicieron oficial.
«Definitivamente hay muchas emociones mixtas. Hay muchos lazos de corazón con Atlanta. Muchas razones y muchas amistades», admitió Korver. «Pero ir a Cleveland es una gran oportunidad para mí, así que estoy entusiasmado por esa parte», explicó.
«Si no tuviera la conexión emocional que tengo con los Hawks y con la franquicia, entonces sería una historia diferente. Desde el punto de vista baloncestístico es un gran ajuste para mí. Lo sé», añadió.
Escalando posiciones
Hace apenas un mes y medio los Hawks atravesaron una crisis de juego que les llevó a situarse fuera de los playoffs. Sin embargo, Mike Budenholzer ha logrado enderezar el rumbo para situarse en las primeras posiciones del Este. Con el triunfo de anoche, el quinto consecutiva, se sitúan en la cuarta posición con un registro de 20 triunfos y 16 derrotas.
A pesar de la situación alrededor de Korver, nada distrajo a una plantilla dispuesta a todo, y lograrían amarrar un complicado triunfo en el pabellón de los Pelicans que habían ganado sus últimos cuatro partidos allí.
«Nuestro equipo quería ganar y tratamos de mantener todos esos ruidos en el exterior», dijo Howard. «Es difícil mantenerse fuera de esas distracciones, pero los chicos lo consiguieron y tuvimos una buena victoria. Jugamos más duro que ellos en el último periodo, hicimos algunos lanzamientos clave y conseguimos frenarles», explicó.
El pívot cosechó un nuevo doble-doble con 12 puntos y 11 rebotes, y su compañero Tim Hardaway Jr. añadió 14 puntos y 6 rebotes desde la segunda unidad.
En los Pelicans, Anthony Davis sobresalió con 19 puntos y 20 rebotes, seguido por Jrue Holiday con 18 tantos y 5 asistencias, y por el novato Buddy Hield con 15 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias y un 4/9 desde el triple.