Uno de los más deseados de la agencia libre para el próximo verano es, sin duda y con todo merecimiento, el pívot de Memphis Grizzlies, Marc Gasol. Y no pocos equipos pelearán por convencerle de firmar con ellos su próximo gran contrato.
La normativa actual dota de una clara ventaja comparativa al equipo en el que milita. Mientras cualquier otro postor solo podrá poner sobre la mesa un contrato máximo de 4 años, los Grizzlies optarán a uno de 5 temporadas.
Más allá del factor económico, toda franquicia que no sea la de Tennessee tendrá que esmerarse en algo más que en dicha sección para seducir al español. En el plano deportivo también tendrán que lidiar con un alto listón. En Memphis divisan la liga desde el segundo puesto de su Conferencia (terceros en la general), a escasos partidos de asegurar matemáticamente su presencia en la postemporada —mero trámite— y con posibilidades reales de postularse como duros contenders por el título.
En el plano personal, por si fuera poco, al mediano de los Gasol no puede marcharle mejor. Está promediando 18,2 puntos (+3,6 que su segunda mejor temporada en la NBA), además de 8 rebotes, 3,7 asistencias y 1,7 tapones. Sin duda, en Memphis, Gasol es el hombre referencia. Su nombre, incluso, aunque con menos fuerza que hace unas semanas, suena entre los vaticinadores del MVP. Ya de por sí, toda una proeza.
Los Knicks se descuelgan
Recién cumplidos los 30 y en la cresta de su carrera, Gasol es de lo más apetecible. Especialmente para franquicias históricas que encontrarían en su persona el modo perfecto de realzar el vuelo. En eso se ha basado la estrategia de los grandes del mercado; Lakers, Knicks, Celtics…alejados por regla de los picks más altos, han formado equipos de ensueño a golpe de chequera.
Malos tiempos corren en la Gran Manzana, donde, en el pozo de la clasificación, ni de su habitual baza económica podrán disponer esta vez. El sueño de Phil Jackson y otra etapa dorada con un Gasol en sus filas se le escapa. Así lo ha señalado Chris Sheridan, de SheridanHoops, y se ha hecho eco NBCSports, quién, según fuentes cercanas, asegura que, si se adivina complicada la salida de Marc éste verano, más aun lo sería para recalar en un equipo como los New York Knicks. No por su incierto proyecto deportivo, sino por su falta de competitividad económica. Si se queda en su actual equipo podrá, no solo aspirar a un año más de contrato sino que, tras pagar los impuestos pertinentes, sus ganancias se quedarían en más del doble de lo que podría cobrar en New York.
Una ‘costosa’ legislación
Es una de las pocas desventajas de la ciudad que nunca duerme. Otras franquicias tienen otros handicaps; un clima gélido, un mercado pequeño, unas aspiraciones más modestas. En el Madison el lunar lo tienen en la legislación estatal, donde, a diferencia de otros estados —como Florida, Texas o en la propia Tennessee, libres de pagar el impuesto sobre la renta—, el porcentaje a abonar por los salarios de sus jugadores supera con creces el de otras franquicias por su ubicación geográfica y, en consecuencia, administrativa. Y eso que están acostumbrados a abonar por regla el, tan temido por la mayoría, impuesto de lujo.
En esta ocasión tal hecho parece que si decantará la balanza, y lo hará en su contra. El Maestro Zen tendrá que fijar su mira en otro gran objetivo con quien acompañar a Carmelo.