Desde el momento en el que en julio del pasado año, en Utah Jazz decidieron igualar la oferta de los Hornets por Gordon Hayward —63 millones de dólares por cuatro temporadas—, al escolta nacido en Indiana le fue encasquetado automáticamente el penacho de líder del equipo.
Sin embargo, en un año en el que se espera, ya sí, una subida de nivel en estos Jazz que les permita pelear por los Playoffs, su estrella anda algo cabizbaja. Tanto es así que está siendo el segundo eslabón económico del equipo ,Derrick Favors, quien está guiando a los de Salt Lake City en su buen comienzo (2-1).
Hayward, que en la pasada temporada promedió casi 20 puntos por noche (19,3), además de 4,9 rebotes y 4,1 asistencias, este año ha empezado lejos de ese nivel. En tres partidos su obra en cancha refleja 12 puntos, 3,7 capturas y 2,7 pases de canasta. Algo que podría calificarse de decepcionante incluso preocupante para lo que se espera de su jugador referente.
No obstante, en la franquicia las aguas se mantienen serenas y no cunde el pánico. «No voy a evaluar el trabajo de Gordon [Hayward]. No al menos tras cada partido», ha dicho su técnico, Quin Snyder, para Associated Press. «Gordon se ha establecido por méritos propios como uno de los mejores jugadores de la liga. Cada partido va a suponer distintos retos. Además creo que jugó muy bien contra Indiana. Sacó varias faltas ofensivas, lo que para mi son canastas. Me gusta lo que está haciendo y donde lo está haciendo», concluyó el coach.
Del mismo modo, tranquilo, dice encontrarse el propio afectado. «He empezado [la liga] un poco despacio para mí personalmente, pero el equipo está jugando bien y yo estoy centrado. «Voy a encontrar una manera de conseguir mi mejor nivel y y volver al meollo. Espero poder lograrlo en el próximo partido», ha explicado Hayward.
Los Jazz reciben esta noche en su casa a Portland Trail Blazers.