El Golden 1 Center, nuevo hogar de los Kings, se estrenó para el baloncesto este lunes. No fue el primer evento que acogió (el legendario Paul McCartney lo inaguró con un concierto la pasada semana), pero sí el primero en el que Sacramento pudo ver a su equipo NBA en el recinto cuya aprobación le salvo de su venta y traslado a Seattle. El flojo Maccabi Haifa israelí, cuya presencia habitual en la pretemporada NBA es particularmente inexplicable, no hizo mucho para aguar la fiesta que vivió la capital californiana.
El resultado acabó siendo lo de menos, un rotundo 135-96 que mostró la abismal diferencia entre un equipo NBA y otro de clase media de la liga de Israel. Ben McLemore, un habitual en las listas de transferibles de los Kings, mostró su mejor encaje en el juego más pausado de David Joerger siendo el máximo anotador con 18 puntos. Sin mucho que ofrecer en cuanto a competitividad, los aficionados de Sacramento pudieron disfrutar de su primera toma de contacto con el Golden 1 Center, situado en el recién renombrado David J. Stern Walk y con capacidad para 17,500 espectadores.
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Si bien gran parte de su afición tuvo un ojo en el vital partido de Playoffs de la MLB de béisbol que los vecinos San Francisco Giants disputaban ante los Chicago Cubs, el Golden 1 Center es mucho más que un simple recinto. Es el símbolo de la resistencia de una ciudad que estuvo a punto de ver partir su equipo NBA, el único de Sacramento en una gran liga profesional. El heredero del vetusto Arco Arena fue estrenado con paliza y con la alegría de mantener el baloncesto de élite durante las próximas décadas.