Si hubiera que usar una palabra para describir cuál era el ambiente durante el media day de los Lakers, ésa sin duda sería “ilusión”.
Con Luke Walton a la cabeza, los angelinos afrontan un nuevo camino; un periodo que deja atrás una etapa sin Kobe Bryant pero con la presencia de varios jóvenes encargados de rescatar a la franquicia de los lugares más recónditos de la NBA.
“Sé que esto es impresionante, increíble. Sé que entrenar a esta organización es un sueño para millones de personas. Me siento honrado de poder hacerlo. Voy a centrarme en la manera en la que debemos jugar este año, lo que vamos a hacer en primer lugar”, señaló un feliz Walton.
Diferentes sensaciones
Todos estaban de acuerdo en que esta campaña será dura. La juventud aporta infinidad de cosas, pero experiencia precisamente no. Y eso en una liga como ésta puede ser una condena.
“La energía, el ambiente es diferente”, comentó Julis Randle. “Todo el mundo quiere disfrutar los unos con los otros. Jugar a esto está empezando a ser divertido de nuevo. Puedes ganar 15 o 17 partidos, que creo que es lo que ganamos el año pasado. Pero todo se sentía como una presión, una lucha constante. Eso impide que esto sea divertido. Y ahora estamos tratando de devolver esa diversión a nuestro juego”.
Russell, más que a tope
Muchas de las miradas de los aficionados ya están puestas sobre D’Angelo Russell, de quien se espera que tire del carro en muchas de las ocasiones, elevando con mucho el nivel mostrado el pasado año.
“Estoy impresionado con la manera en la que D’Angelo está tratando de hacer lo que corresponde a un líder. Algunas personas nacen líderes y otras aprenden a serlo”, esgrimió Walton sobre su jugador.
“No podemos solamente ganar 17 partidos este año. Eso significaría que no estamos siendo mejores. Somos jóvenes, tenemos un montón de espacio para crecer. Hay que progresar como grupo para ganar partidos”, quiso añadir Jordan Clarkson.