Brooklyn se resigna en el pozo de la NBA con 11 derrotas seguidas

Philadelphia recuperó la ilusión de la mano de Joel Embiid, Miami viene de derrotar a Houston y virtualmente todos los equipos del Oeste mantienen todavía opciones realistas de Playoffs. Todos los equipos tienen algún motivo para mirar adelante con una cierta ilusión. Todos menos Brooklyn. Los Nets dieron la cara como locales ante Toronto, pero acabaron perdiendo por 109-119 para entrar en una racha que amenaza con ser históricamente mala.

Sin presente ni futuro

Todavía lejos de las 17 derrotas seguidas con la que los entonces New Jersey Nets arrancaron la temporada 2009-10, el equipo entrenado por Kenny Atkinson acumula ya 11 partidos sin conocer la victoria. Una situación especialmente dolorosa ante la perspectiva de no poder rentabilizar su mal momento aspirando al número 1 del próximo draft, o al menos a una posición de élite para pescar en una camada de jóvenes plagada de talento. Los Celtics tienen el derecho de intercambiar sus rondas, dejando a Brooklyn con lo que ya apunta a una elección por encima del 20º puesto.

Ante Toronto, quedó claro que los problemas de los Nets no están en su espíritu de lucha, sino en un talento claramente superado noche tras noche. Incluso sin Kyle Lowry delante por descanso, el equipo neoyorkino perdió gas en la segunda mitad, tras haber aguantado dignamente antes del descanso. DeMar DeRozan (36 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias) fue el de las mejores noches, y Cory Joseph (33 puntos) reemplazó con maestría en el puesto de base a Lowry.

Triunfo sin Lowry

Los Nets contestaron con su mejor hombre, especialmente en ausencia del todavía lesionado Jeremy Lin. Brook Lopez (28 puntos y 8 rebotes) ganó la batalla particular a Jonas Valanciunas. El brasileño Lucas Nogueira, titular para contrarrestar las carencias defensivas del lituano, tuvo que retirarse pronto por una conmoción cerebral, dejando a Lopez el control de la pintura. Aún así, su efecto no duró más de dos cuartos, y una torcedura de tobillo le acabó disminuyendo.

Para Toronto, queda la satisfacción de una victoria dando descanso a la vez a Kyle Lowry, listo para enfrentarse este miércoles a los renacidos Sixers. Por Brooklyn, anclado en el último puesto de la liga con un balance de 8-33, con cuatro victorias menos que el penúltimo, queda solo el consuelo de ver crecer a jóvenes jugadores como el novato Caris LaVert y Rondae Hollis-Jefferson (14 puntos cada uno). Poco botín para lo que ya es otra temporada perdida.


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