Si sus inicio de campeonato fue de lo peor en la NBA –contando con que Lakers y 76ers ya estaban condenados al desahucio–, los Nuggets han empezado a recuperar el terreno cedido en las primeras semanas de competición.
Ayer, ante los New Orlenas Pelicans (117-97), Denver consiguió su tercera victoria consecutiva y levantó su contador de la temporada hasta un 5-7 que va barriendo la palabra «desastre» del equipo de Brian Shaw.
Con el triunfo, los Nuggets superan a Utah (5-8) en la clasificación del Oeste y ya se colocan como primer equipo de los que poseen récord negativo.
Ante los Pelicans, que tuvieron la baja de Omer Asik por problemas en su espalda, destacó la labor de Arron Afflalo y Keneth Faried, 19 puntos cada uno, y la irrupción de Danilo Gallinari, 17 puntos con 3 de 4 en triples, y de un besucón Javale McGee, 14 puntos y 8 rebotes.
Wilson Chandler aportó 18 tantos y Ty Lawson 11 y 9 asistencias.
Por los Pelicans, Anthony Davis volvió a ser el mejor activo: 18 puntos y 9 rebotes.