“Ni siquiera he pensado en ello. Él es Manu”. Con esta tajante afirmación el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, descartaba la posible baja forma que podía estar repercutiendo en Manu Ginóbili desde que comenzasen los Playoffs. Anoche quiso ser el propio jugador argentino quien dejara claro que sus aciagos primeros tres partidos de cuartos de final habían sido un espejismo. Su aportación en la victoria ante Utah Jazz por 81-87 – con 17 puntos, 4 rebotes, además de meter dos triples en el tercer cuarto que impidieron a Utah volver a meterse en el partido – llevó a los Spurs en volandas hacia las semifinales de la Conferencia Oeste.
Con esta victoria, San Antonio ha logrado clasificarse para 12 semifinales de conferencia en los últimos 15 años, y dan un paso más hacia su quinto título NBA, tras haberlo ganado en 1999, 2003, 2005 y 2007. Atrás queda ya el infausto recuerdo de la temporada pasada, cuando fueron eliminados por Memphis Grizzlies en primera ronda, lo que supuso todo un descalabro para la franquicia de San Antonio.
Una de las claves de la racha de los Spurs – que acumulan ya 14 partidos consecutivos venciendo, entre regular season y Playoffs – reside en la aportación de los hombres del banquillo. “Gracias a nuestro banquillo, hemos sido un equipo mucho más profundo, y esta noche se ha vuelto a demostrar”, puntualizaba Popovich al finalizar el Game 4. Sólo en la primera parte, el banquillo de los Spurs se imponía por 33-4 sobre el de los Jazz, todo un síntoma de la intensidad en el juego de los de Popovich.
Por su parte, Utah, aun viendo que el partido (y por tanto la eliminatoria) cada vez estaban más cerca de la heroica que de otra cosa, decidió seguir luchando. Incluso hubo fases en el choque en las que pudo haberse acercado más en el marcador. “Hemos demostrado que cuando las cosas están mal, vamos a seguir peleando”, matizaba Tyrone Corbin, entrenador de Utah.
La serie ante los Spurs puede haber venido bien a los Jazz para coger experiencia en Playoffs, donde sus jóvenes jugadores todavía carecen de ella. “Los Spurs son muy buenos, y nosotros demasiado jóvenes”, señalaba Devin Harris, consciente de que su equipo acumula ocho partidos seguidos perdiendo en Playoffs – fueron barridos hace 2 años por los Lakers en segunda ronda – .
San Antonio ahora tiene un panorama algo más despejado. Tendrán una semana para descansar antes de afrontar el choque de semifinales. Su rival va a salir del duelo que enfrenta a los Grizzlies frente a los Clippers, y que de momento marcha con 1-3 para los angelinos.