Los San Antonio Spurs vencieron a los Houston Rockets en el AT&T Center por 106-110.
Danny Green fue el máximo anotador de los locales con 24 puntos para romper una racha de seis derrotas seguidas contra rivales de la Conferencia Oeste.
Patty Mills volvió a los terrenos de juego para impulsar a los Spurs en el último cuarto. El base australiano consiguió 8 puntos y 4 rebotes en 20 minutos de juego.
«Su energía y su actividad en la pista fue contagiosa», destacó Tim Duncan. «Fue muy bueno para nosotros, nos dios una chispa enorme», agregó el veterano jugador.
Duncan cosechó 16 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias y Manu Ginobili, desde la segunda unidad, agregó 15 tantos, 5 rebotes, 4 asistencias y 2 robos.
Los Houston Rockets cayeron pese al encuentro que realizó su dupla estrella: James Harden destacó con 28 puntos y un 10/18 en tiros de campo y Dwight Howard agregó un doble-doble con 24 puntos y 17 rebotes.
Por su parte, suerte dispar para sus dos nuevos fichajes. Josh Smith acumuló 5 puntos, 8 rebotes y 3 robos, mientras que Corey Brewer estuvo acertado desde la segunda unidad con 25 tantos y un 6/8 desde el triple.
Smith quedó relegado al banquillo en los momentos más calientes del choque debido a su falta de adaptación defensiva, reconoció su técnico Kevin McHale.
Pero no solo estuvo perdido Smith, ya que los Rockets cosecharon 25 pérdidas de balón, incluidas 8 en el último periodo.
«No estuvimos muy fuertes durante toda la noche», reconoció el técnico de Houston. «Nos golpearon en los cortes y las pérdidas de balón nos mataron esta noche. Tuvimos 25. Fueron demasiadas», explicó.
Houston estuvo cuatro minutos sin anotar durante los instantes finales, hecho que aprovechó San Antonio para tomar una ventaja de 15 puntos.
James Harden se culpó sobre el mal momento ofensivo que tuvo su equipo.
«Yo mismo, yo. Estuve terrible, terrible», destacó el escolta. «Demasiada indecisión, lo cual es raro para mi», admitió.