Los Warriors acribillan a los Rockets pero pierden a Curry

Pocas veces una victoria tan abultada, a domicilio y en Playoffs, fue tan preocupante y amarga como la que los Golden State Warriors han conseguido en Houston para fijar el marcador de la serie en 3-1. Stephen Curry ha sufrido un esguince en la rodilla en la última acción del segundo cuarto y no solo no volverá a ver minutos contra los Rockets, sino que todo apunta a que se perdería también las semifinales del Oeste si los de Steve Kerr cumplen con los pronósticos.

Curry intentó regresar a la pista al inicio del tercer periodo cuando el marcador reflejaba un empate a 56. No pudo. Manos en la cabeza, gestos de preocupación, lágrimas en el vestuario y emoción en las gradas del Toyota Center, donde los aficionados locales empezaban a ver posible colocar el 2-2 y quién sabe si llegar incluso a soñar con un posible upset sin precedentes.

Lejos de venirse abajo, los compañeros del MVP dieron un paso al frente y liderados por Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala realizaron una segunda mitad espectacular, en la que homenajearon al ’30’ a base de destrozar a su rival desde la línea de tres. Con récord histórico de triples en un partido de Playoffs y con un parcial de 36 a 65 en los últimos 24 minutos, los Warriors terminaron por imponer su ley (94-121) y vuelven a Oakland para intentar cerrar esta accidentada primera ronda.

Howard y Beasley lideran el arranque local

Con varias butacas sin ocupar daba comienzo el choque, con la vuelta de Curry a la titularidad tras su primera lesión de la postemporada como principal novedad. Los Rockets salieron ante su público con el quinteto esperado, con Donatas Motiejunas, y con ganas de dar la sorpresa aprovechando el empujón moral de la victoria anterior.

En la primera mitad se pudo observar que el guión de este acto iba a tener vida propia y no seguiría a rajatabla el argumento de la película completa. El jugador franquicia de Golden State, falto de ritmo, no conseguía enchufar ni enchufarse; Klay, que venía de fallar sus siete intentos desde larga distancia en la primera cita en Texas, tomaba las riendas anotadoras; Dwight Howard, pese a que ya «no es lo que era», como afirmaba Kevin McHale, se hacía fuerte en la pintura y lideraba a los locales; y Harden, estrella absoluta del tercer encuentro con 35 puntos y polémica canasta ganadora, parecía no entonarse, como contagiado por el rival que le privó de llevarse un MVP el pasado curso.

A base de mover la pelota y de cierta intensidad en ambos lados de la cancha, los Rockets conseguían no soltar el rebufo de los Warriors, aprovechando también la falta de acierto de los visitantes en el arranque —3 de 11—. Cuando los pupilos de J.B. Bickerstaff sufrían su primer bache (13-21) aparecieron desde el banquillo Jason Terry —9 tantos en el partido— y Michael Beasley —17, con un 50% de acierto— para dar dinamismo al ataque y reducir la diferencia hasta los 4 puntos.

Sin embargo, Golden State volvería a pisar el acelerador, con la ayuda de las pérdidas de sus contrarios y con los primeros aciertos desde más allá de la línea exterior, hasta lograr la primera distancia de dos cifras (17-27). La reacción de Houston no pudo ser mejor: tres anotaciones consecutivas, seguidas de un ‘hack-a-McAdoo‘ que cumplió a la perfección con su cometido y de un triple de Beasley que terminó de encender a un público que entonó por primera vez un sonoro «defense» para empujar a los suyos a aprovechar la tendencia. Y vaya que si lo hicieron. Canastón ‘curryesco’ de James Harden y temblores en el Toyota Center. 29-29.

Iguodala frente a la conexión Harden-Howard

En el segundo cuarto los Rockets continuaron aprovechando el momento de Howard, que se alió con un Harden altruista y ladrón para que en esta ocasión fueran los Warriors los que nadaran contra la corriente. Iguodala sacaba su carácter para responder pero no era suficiente: con un 25-9 de parcial el electrónico mostraba ya un 43-36.

Imprecisiones, más perdidas y primeras tensiones hicieron presencia en los últimos minutos de la primera mitad. «Deja de llorar», le gritaba Patrick Beverley a Iguodala, dos veces, por si se le había escapado el mensaje. Del 43-36 al 43-41 y de ahí al 50-43, el actual campeón acusaba el pobre rendimiento de Curry pero entre Barnes e Iggy se las apañaron para cerrar la distancia hasta el 52-50. Beverley, con unas molestias físicas que solo le permitieron jugar 16 minutos, sufría ya fuera de la acción, Howard se iba a la banqueta para frenar el ‘hack‘ y, cuando ya agonizaba el cuarto, el ‘9’ de GSW se inventaba un canastón en forma de mate que terminó con una dolorosa caída.

Pero más doloroso y desafortunado sería para los aficionados de la Bahía lo que iba a ocurrir en el último intento desesperado de Houston para irse al vestuario con ventaja: Harden tropieza con Motiejunas, el lituano cae al suelo, Curry resbala con el sudor y el mundo del baloncesto contiene la respiración.

Festival de triples y exhibición colectiva

Resumido ya lo que sucedió a la vuelta del descanso, cabe volver a destacar nombres propios. Klay Thompson y Draymond Green se unieron a Iguodala y, bien secundados por Shaun Livingston y Harrison Barnes, dieron paso a un auténtico recital cuando todo parecía indicar que el sufrimiento iba a ser inevitable para conseguir la primera victoria en Houston.

La quinta falta de Andrew Bogut con apenas tres minutos disputados no tuvo la posibilidad de ser un problema, pues los visitantes ya estaban imponiendo la ley del colectivo ante unos Rockets que demostraban su fragilidad y que iban a recibir en el tercer periodo 41 puntos en contra, una cifra muy abultada cuando hay una temporada en juego. Motiejunas lo intentaba pero el apagón ofensivo que sufría el equipo no tenía nada que envidiar al que tuvo lugar unas horas antes en el pabellón de Memphis. Ni Harden, ni Brewer, ni Ariza estaban especialmente acertados, mientras los de Oakland no veían una canasta sino el océano Pacífico.

Los triples y los contraataques terminaron con toda esperanza local y el pabellón descendió en decibelios. 20-41 en el periodo, 12 asistencias de los Warriors para 14 canastas repartidas por 6 jugadores diferentes, y el encuentro roto (76-97).

Los últimos 12 minutos no tuvieron mucha historia. Los Warriors controlaban la renta, que oscilaba entre 20 y 25 puntos; Speights se encargaba de que Howard pisara la línea de tiros libres con cierta frecuencia; Bogut era expulsado por acumulación de faltas a 6:20 del final y Klay, Iguodala, Harden y Howard abandonaban la cancha para dar paso al fondo de armario.

Sonaba la bocina y se certificaba el 3-1 (94-121). El equipo del 73-9 estará salvo debacle en las semis del Oeste frente a Blazers o Clippers, y salvo milagro lo hará sin Stephen Curry. Cabe recordar que, precisamente ante Clippers, los de Houston levantaron ya un 3-1 en los Playoffs de 2015. Pero las diferencias entre equipos parecen, aun sin el MVP, menos salvables que en aquella ocasión.

Los mejores

En Houston:

  • James Harden: 18 puntos, 10 asistencias, 7 rebotes y 7 robos.
  • Dwight Howard: 19 puntos y 15 rebotes, 7 de 9 en sus lanzamientos.
  • Michael Beasley: 17 puntos y 3 rebotes.

En Golden State:

  • Klay Thompson: 23 puntos y 5 asistencias, 7 de 11 en triples.
  • Draymond Green: 18 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias. 7-12 TC, 4-6 T3.
  • Andre Iguodala: 22 puntos, 4 asistencias y 5 rebotes con un 9 de 11 en tiros de campo.

Datos de interés

  • Los Warriors han anotado 21 triples en 40 intentos (52,5%). Es el nuevo récord de la NBA en un partido de Playoffs y llega cuatro días después de que Cleveland Cavaliers igualara con 20 la anterior marca. En la segunda mitad entraron 12 en 18 lanzamientos.
  • La cifra llega con Stephen Curry encestando únicamente 2 de 9 (22%), igualando su peor porcentaje en todo el curso 2015-16. Sin embargo, suma ya 42 partidos de Playoffs consecutivos anotando al menos uno y solo necesita hacerlo dos veces más para empatar el récord que posee Reggie Miller (44).
  • Los 8 triples conseguidos en el tercer cuarto son un nuevo máximo histórico de la franquicia.
  • El récord de aciertos desde la línea de tres en un partido de temporada regular está en 23, precisamente conseguido por los Rockets ante los Warriors en 2013.
  • El equipo de Steve Kerr continúa sin sufrir dos derrotas consecutivas. Su balance tras tropiezos es ahora 10-0.
  • Dwight Howard ha logrado un doble doble de puntos y rebotes en la primera mitad. Es la 20ª vez en las últimas 10 temporadas que consigue hacerlo necesitando solo 24 minutos, muy por delante de sus perseguidores en esta estadística: Tim Duncan (6) y Dirk Nowitzki (5).
  • Howard ha anotado en el último cuarto, algo que no había sucedido en los tres primeros partidos de la serie.

Datos extraídos de ESPN Stats y Basketball Reference.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.