No se han demorado ni un segundo. Y por irrelevante que pudiera parecer en un primer momento, no es descabellado intuir las intenciones que aguardan detrás.
Los Golden State Warriors, informa Shams Charania de Yahoo Sports, no han dejado pasar ni un sólo día para firmar un contrato garantizado por dos años a la elección 38º del draft —traspasado desde los Bucks— Patrick McCaw. Un buen jugador con algunas aptitudes de first round pero, afortunadamente para los de la Bahía, caché de segunda ronda.
Los rookies tienen su propia escala salarial, pero existen diferencias importantes entre los seleccionados antes de lo posición 30º y los inmediatamente despúes. Cualquier jugador de primera ronda tiene los dos primeros años de contrato garantizado; ya pueden quedarse 730 días en el banquillo que les tiene que pagar hasta el último centavo. No obstante, en segunda ronda la cosa cambia. La ficha no está asegurada.
Por otra parte, las cuentas de las franquicias se mueven de forma diferente. En el caso de los Warriors, firmar a McCaw no les conlleva ocupar espacio salarial, ya que simplemente rellena un hueco en el roster que han de ocupar sí o sí. Y lo hacen firmándole por el mínimo salarial para rookies.
Es costumbre extendida en la NBA que los equipos «premien» a sus novatos con un salario algo superior al mínimo (hasta un extra del 20% según el Convenio), y puede que McCaw hubiese aspirado a una cifra superior en un contrato de un sólo año, aunque sin quizás sin garantizar. De este modo, con o sin su visto bueno, se asegura dos años de sueldo intocable aunque sea por una cantidad menor. Y los Warriors logran lo que pretenden: mantener intacto el espacio salarial.
¿Con qué objetivo? Pues no es otro que empezar a obtener todo el margen posible para tratar de seducir a un tal Kevin Durant.