La primera semana de competición de Golden State ha confirmado algunos temores ya expresados en pretemporada por su entrenador Steve Kerr. Pese a la asombrosa cantidad de talento acumulada en su cinco inicial, los Warriors necesitan todavía rodaje para alcanzar su máximo potencial. Su clara derrota ante San Antonio y sus ajustadas victorias ante dos equipos de clase baja como New Orleans y Phoenix (por 100-106) fueron buen ejemplo para un bloque todavía en reformas.
Excelentes Curry y KD
Eso sí, poco hay que culpar al jugador que precipitó los cambios en la estructura de los Warriors. Kevin Durant ha sido el jugador más consistente del principio de temporada, y su partido contra los Suns no decepcionó. El alero terminó con 37 puntos (10/16 en tiros de campo y 15/16 en tiros libres), 4 rebotes, 4 asistencias y 4 robos. A su lado, Stephen Curry (28 puntos, con 5/8 en triples, incluyendo 10 para abrir el partido) y Draymond Green (5 puntos, 13 puntos, 9 asistencias y 3 tapones) también recordaron a sus mejores versiones, pero sin camuflar muchas asignaturas pendientes.
Phoenix, un equipo limitado de talento y experiencia, superó con demasiada facilidad a la defensa de Golden State, especialmente en un primer cuarto donde llegaron a destacarse con un parcial de 22-2. T.J. Warren (26 puntos) y Eric Bledsoe (21) atacaron con comodidad ante un equipo que tendrá exigencias mucho mayores en su pelea por recuperar el campeonato. Todo, además, con un banquillo dolorosamente inferior al de los rivales en este inicio de campaña, especialmente ante los problemas físicos de los novatos Patrick McCaw y Damian Jones.
Próximos retos
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— Golden State Warriors (@warriors) October 30, 2016
Los Warriors acabaron conquistando Phoenix gracias a un final imparable de Durant, quien terminó con 11 puntos sin fallo en los 5 minutos finales, pero su balance de 2-1 no despeja todavía dudas, especialmente cuando alguna de sus estrellas, como Klay Thompson ante los Suns (0/6 en triples), no tiene la noche acertada.
Los dos próximos compromisos serán un mejor ejemplo del carácter de Golden State. Los Warriors tendrán su siguiente partido en Portland para ponerse a prueba ante Damian Lillard, para recibir a los Thunder de un rabioso Russell Westbrook a continuación. Desafíos con fuego real para un equipo todavía en busca de identidad.