Los Minnesota Timberwolves no están cumpliendo con las altas expectativas que la mayoría de analistas habían depositado en ellos cuando comenzó la temporada y especialmente tras el fichaje de Tim Thibodeau como entrenador. Los Wolves tienen un registro de 5-12 en estos momentos y han mostrado una inconsistencia muy acusada en estos partidos.
«Todas estas derrotas caen sobre mis hombros. Es algo que tengo que solucionar, esta temporada es culpa mía. Hace que dormir por las noches sea difícil, simplemente tengo que hacer más y jugar mejor, a un nivel que nos permita ganar», dice Karl-Anthony Towns, principal líder de la franquicia pese a que esta es solamente su segunda temporada en la liga.
Por su parte, Ricky Rubio está siendo uno de los jugadores más culpados del bajo nivel de su equipo. De hecho, el base español ha sido suplente de Tyus Jones durante tres últimos cuartos seguidos.
«Sí, claro que es difícil ver las cosas desde el banquillo,» dice Rubio. «La defensa tiene que estar ahí todas las noches, se supone que esa iba a ser la clave para que este equipo despegara pero no es el caso», añade el español. Rubio ha jugado menos de 30 minutos en los cuatro últimos partidos de los Wolves y está promediando solamente siete puntos, cinco asistencias y un rebote en esos encuentros.
Se esperaban más cosas también del novato Kris Dunn, que ahora mismo es el tercer base en discordia detrás del ya mencionado Rubio y Tyus Jones, un jugador que nunca estuvo situado entre los más prometedores del draft de 2015.