Los Clippers sufrieron su segunda derrota de la temporada en un partido que recordó a su primer pinchazo. En ambos casos, el equipo angelino cayó en casa, ante otro importante rival del Oeste y con un All-Star rematando a última hora. Si hace dos semanas fueron Oklahoma City y Russell Westbrook, este miércoles fueron Memphis y Marc Gasol. Un triple del pívot español decantó un épico duelo lleno de emoción entre dos encarnizados rivales, resuelto por 107-111 a favor de los Grizzlies.
Tras un igualado primer cuarto, quedó claro que los Clippers no iban a tener una victoria tan cómoda como las que les han colocado como el mejor equipo de la liga. Blake Griffin, quien anotó 15 de sus 25 puntos en los 12 minutos iniciales, perdió fuelle en el resto del partido, mientras que Chris Paul (9 puntos, 6 asistencias y 5 robos) sufrió en su batalla de bases con Mike Conley. El conductor de juego de los Grizzlies firmó uno de sus mejores partidos en la NBA para lanzar la primera escapada de los Grizzlies.
El tiroteo de Conley y Redick
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— LA Clippers (@LAClippers) November 17, 2016
Conley terminaría con 30 puntos (7/9 en triples), 8 asistencias, 5 rebotes y 3 robos, incluyendo un perfecto segundo cuarto con 12 puntos sin fallo. De su mano salieron los mejores minutos de Memphis, que fue abriendo hueco hasta colocarse 16 arriba a mediados del tercer cuarto. Parecía que el cansancio se había apoderado de los Clippers y que acabarían pensando en futuros partidos más ganables. Pero J.J. Redick apareció con otras intenciones.
El escolta explotó en una segunda mitad memorable, anotando 22 de sus 29 puntos y terminando con 7 triples (todos tras el descanso). Su festival exterior lanzaba a los Clippers a disminuir la desventaja e incluso a colocarse por delante coincidiendo con el séptimo triple de Redick. A 26 segundos para el final, los Clippers tenían el balón con 1 punto de ventaja y en perfecto camino para su 11ª victoria en 12 partidos. Marc Gasol, pero, apareció por Memphis.
Triplista decisivo
Primero fue un robo de balón, cerrando la posesión que hubiera podido sentenciar para los Clippers. Y, posteriormente, fue un triple que acabaría siendo ganador a 14 segundos, rematándolo con una peculiar celebración, popularizada inicialmente por el luchador irlandés de UFC Conor McGregor, que se convirtió en una sensación inmediata.
Tras el triple de Marc Gasol, su cuarto de la noche para terminar con 26 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, los Clippers serían incapaces de lanzar a canasta en la siguiente posesión y Mike Conley pondría la sentencia desde la línea de tiros libres. Fue el broche de oro para un partido para el recuerdo que supone el punto álgido de unos nuevos Grizzlies, mucho más rápidos, ágiles y atrevidos que en años anteriores. El que aún es el mejor equipo de la NBA con un balance de 10-2, los Clippers, lo sufrió en sus propias carnes.