No es un secreto para nadie que Marc Gasol (compartiendo buenos genes con su hermano Pau) no es un pívot cualquiera. La estrella de los Grizzlies ha ampliado de forma espectacular su reportorio desde su salto a la élite en España en una progresión que no se detiene. Gasol no solo ha desarrollado un triple especialmente fiable (2/3 en la ajustada victoria de este jueves ante Orlando por 95-94), sino que se permite incluso algunos pases de genio.
Pura magia
En el segundo cuarto, Jeff Green se dejó el balón atrás en una entrada a canasta gracias a la presión del novato Troy Williams. El balón le llegó a Marc Gasol, quien sin dudarlo encontró la mejor forma de darle el balón a un Williams que se escapaba solo hacia el aro: con un pase largo de espaldas. La fantasía del pívot fue efectiva, habilitando a su compañero para un mate sin oposición que ponía ocho puntos arriba a los Grizzlies.
Ganar desde la defensa
We needed a spark, The GrindFather delivered. #ProtectAndMaintain @ServiceMaster pic.twitter.com/9oL4kqgcDv
— Memphis Grizzlies (@memgrizz) December 2, 2016
El partido para Memphis, eso sí, fue mucho más trabajado de lo que puede parecer por ese alarde de confianza de Marc Gasol. Orlando llegó lleno de moral tras ganar dos días antes a San Antonio y con la difícil defensa marca de la casa de su entrenador Frank Vogel. Sin Mike Conley, ausente durante más de un mes por una lesión vertebral, los Grizzlies sufrieron especialmente a la hora de enlazar ataques. Gasol, de nuevo, fue el más efectivo con 25 puntos (8/14 en tiros de campo), a lo que añadiría 5 tapones.
En el lado contrario, Evan Fournier mostró su espléndido momento con 28 puntos, mientras que Nikola Vucevic aportó 18 puntos y 11 rebotes desde el banquillo. Pero el héroe final de la noche, utilizando la mejor arma de su rival, fue Tony Allen. El veterano escolta de Memphis dio una exhibición defensiva en los minutos calientes del partido cuando los Magic parecían tener el partido controlado, con 13 puntos de ventaja a 6 minutos del final. Un parcial de 24-9, lanzado por Allen y rematado con dos tiros libres de Marc Gasol, levantaba el delirio del público de Memphis en una victoria vital para levantar el ánimo de los Grizzlies.