Los Portland Trail Blazers fueron una de las más gratas sorpresas la pasada temporada. Tras la marcha de LaMarcus Aldridge rumbo a San Antonio Spurs, Damien Lillard y C.J. McCollum lideraron un equipo que acabó no solamente entrando en Playoffs sino pasando a segunda ronda antes de ser eliminados por Golden State Warriors. Sin embargo, los Blazers han comenzado el año con un récord de 9-10 a todas luces decepcionante, ya que se esperaba incluso un mejor rendimiento que la pasada temporada por la posible progresión de Lillard y el propio McCollum, que ha explicado lo que deben hacer los de Oregon si quieren dar la vuelta a la tortilla.
«Tenemos que jugar como si alguien nos hubiera robado el almuerzo o faltado el respeto a nuestra madre, creo que ese es el tipo de rabia que es necesario tener en la pista», dice McCollum respecto a la autocomplacencia de unos Blazers que superaron toda expectativa hace un año.
Pese al mal rendimiento colectivo de la franquicia de Oregon, McCollum está promediando unos sobresalientes 22 puntos por partido con 47% de acierto en tiros de campo. Lillard no se queda atrás, anotando 28 puntos por encuentro, por lo que el entrenador Terry Stotts necesitará encontrar la manera de que el resto de jugadores de los Blazers sean capaces de responder a la llamada y jugar a su máximo nivel.