Perder en dos años a LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh, es básicamente sumirse en una pesadilla baloncestística. Debes acostumbrarse, casi de la noche a la mañana, a pasar de ser la franquicia más temida en una de las más indolentes. Los aficionados de Miami Heat deben estar todavía en proceso de hacerse a la idea de eso de no ganarlo todo casi por inercia.
Pat Riley, augur y titiritero de la NBA, no quiere que este sufrimiento se alargue más de lo forzosamente imprescindible. Asume que en Florida ahora están en proceso de reconstrucción, sí, pero se plantea reedificar a ritmo qatarí.
«Estamos lidiando con esa palabra que todos odiamos usar. Pero tenemos que reconstruir«, ha reconocido Riley a Joe Rose de WQAM, en su programa de radio de esta mañana. «Pero reconstruiremos rápido. No voy a quedarme aquí tres o cuatro años vendiendo humo a la gente de Miami. Tenemos unos aficionados geniales. Y están frustrados. Ellos han estado acostumbrados a algo muy grande en los últimos 10 años, y ahora estamos encajando el golpe. Creo que podemos darle la vuelta a esto… Podéis usar la palabra ‘reconstruir’ si queréis. Pero vamos a hacerlo rápido».
Viejos buenos tiempos
Lo cierto es que no sólo desde el Big Three, sino desde unos cuantos años antes, comenzaron a acostumbrarse al éxito en Miami. Con Wade y la llegada de Shaq, se abonaron al éxito.
Desde el año 97′, han sido 12 Títulos de división (1997, 1998, 1999, 2000, 2005, 2006, 2007, 2011, 2012, 2013, 2014,2016), 5 Títulos de conferencia (2006, 2011, 2012, 2013, 2014) y tres Títulos de campeones de la NBA (2006, 2012, 2013).
Y ahora, sin ninguna estrella consolidada como referente —más allá de un Hassan Whiteside resplandeciente pero insuficiente como para liderar un equipo él solo—, vagan en lo más profundo de occidente; antepenúltimos con un récord de 10-22.
¿Tanking?
No sabemos hasta qué punto este discurso destila olor a tanking, pero queda claro que Riley promete tiempos difíciles. Cortos pero difíciles.
Los Heat tienen buenas rondas del draft para reconstruir, y para asegurarse buenos picks, por probabilidad, cuanto más abajo en la clasificación mejor. Conservan la suya propia de Primera Ronda para el curso venidero, y además poseen otras dos primeras rondas procedentes de los Suns —protegida top 7 en 2018 o desprotegida en 2019 (a su elección), y otra desprotegida en 2021—.
Con el techo salarial sin parar de subir y sin grandes ataduras contractuales, excepto la de Whiteside y Tyler Johnson, sumado a los constantes rumores de traspaso de Goran Dragic —con lo que podría llegar algún potente agente libre y otro buen jugador bajo contrato—, las predicciones de Riley, efectivamente, se podrían cumplir.