Dos operaciones en el hombro derecho frustraron la cuarta temporada como profesional de Michael Kidd-Gilchrist y su progresión como uno de los mejores jugadores defensivos de la NBA. Pese a la buena campaña de los Hornets, consiguiendo ganar sus primeros partidos de Playoffs desde su refundación como Bobcats en 2004, la presencia de Kidd-Gilchrist hubiera ayudado de forma especial ante los jugadores exteriores de Miami que ayudarían a eliminar a Charlotte en primera ronda.
Ya con la temporada acabada, Kidd-Gilchrist ha reanudado sus entrenamientos en el Time Warner Cable Arena con la ayuda de Stephen Silas, asistente de Steve Clifford en Charlotte, cuatro meses después de su última operación en el labrum de su hombro derecho. El alero espera estar de vuelta al 100% cuando empiece la próxima pretemporada en octubre. «Estoy lanzando, estoy levantando pesos, estoy corriendo, estaré listo para la próxima temporada», explicó al Charlotte Observer.
Pieza clave en Charlotte
Kidd-Gilchrist está ya ansioso para el regreso del baloncesto NBA a Charlotte. «Sé que soy el que marca el tono del equipo», dijo el jugador de 22 años. «Sé lo importante que soy para este equipo y para este cuerpo técnico. Mi presencia significa mucho. Da igual si tengo que estar aquí durante todo el verano o si tengo que ser el primero que aparezca y el último que se vaya». El verano pasado, Kidd-Gilchrist firmó un contrato por 4 años y $52 millones, convirtiéndose en una pieza clave para el futuro de la franquicia.
Pese a la dura temporada pasada y a su lenta recuperación, Kidd-Gilchist no siente nada más que «amor incondicional» por este deporte. «Siempre supe que quería jugar, pero ahora es como si despertara pensando en baloncesto e me fuera a dormir pensando en baloncesto». Pase lo que pase en verano, los Hornets recuperarán a un jugador con mucha hambre en la próxima campaña.