Ilusionado con su nueva etapa en los Cleveland Cavaliers, equipo al que llevó a la única final de su historia, Mike Brown se está tomando muy en serio sus primeros días con sus jóvenes pupilos. Uno de ellos, Dion Waiters, lo explica así en Los Angeles Times: «Vengo al gimnasio a las 2 o 3 de la mañana y sigue trabajando. Es una locura. Hemos tenido cuatro entrenamientos largos y aún intento recuperar mis piernas».
Dos entrenamientos al día, charlas de noventa minutos, caminatas justo antes de los partidos de liga de verano… puede parecer mucho para estas alturas de pretemporada, pero sus jugadores apoyan que el trabajo sea así de duro. «Todo tiene que estar en su punto. Tienes que hacer las cosas bien, y si no salen así, las repites«, sentencia Tyler Zeller.
En cuanto a las incorporaciones, Mike Brown prefiere no hablar de Andrew Bynum hasta que su contratación sea oficial, pero sí que tiene elogios para otro de los recién llegados, Earl Clark. «Me gusta su juventud, me gusta su longitud, me gusta su forma física, pero más importante es que me gusta su versatilidad en ambos extremos de la cancha», comenta.
El recuerdo de Lakers
Pese a que ya han pasado ocho meses desde su adiós a Los Ángeles Lakers, Mike Brown sigue manteniendo que veía futuro en ese equipo y en su proyecto. «Siempre sentí que íbamos a seguir juntos. Cuando se pone un montón de chicos juntos, se necesita algún tiempo. Es mi creencia y puede ser diferente a la de otras personas, pero yo siento que las cosas llevan su tiempo y realmente creía que el plan iba a dar resultados«, señala el técnico, al que aún le escuece que le despidieran tan rápidamente el curso pasado.